Tom Hardy lleva el arte en la sangre. Su madre es pintora y su padre un novelista, guionista y director creativo. Ellos le dieron a su hijo una educación de calidad, llevándolo a colegios de clase media alta en Londres, donde se preparó para ser actor en instituciones como el Richmond Drama School y posteriormente en el Drama Centre London. Nada hacía suponer que “ Tommy ” viviría los excesos en primera persona.
A los once años recibió la visita en su colegio de un policía que les advirtió de los peligros de esnifar pegamento, y lejos de asustarse, le pareció interesante probarlo, y ese fue el comienzo de su consumo de drogas alucinógenas. Un camino que pronto lo llevaría a la inestabilidad emocional propia de aquellos que utilizan esas sustancias. A los quince años fue diagnosticado con una psicopatía infantil.
Tom Hardy y los excesos
Un año más tarde, Tom Hardy estaba sumergido en el mundo de los excesos. Bebía alcohol y fumaba crack cuando sufría de ansiedad por la distimia. “Perdí el control y tengo suerte de no haber sufrido un accidente o terminado en prisión”, reconoce el exitoso intérprete que vivió un pasado complicado por estas adicciones que lo atormentaron durante gran parte de su adolescencia y primera adultez.
Con la llegada del éxito, en 2001, las drogas y el alcohol comenzaron a desvariar su vida, impulsado por una ansiedad constante producto de su reciente fama. En 2003, se despertó en medio de una calle en Londres, sobre un charco de vómito y sangre, y en ese momento decidió ingresar en rehabilitación durante 28 días para dejar atrás las adicciones e iniciar un tratamiento psicológico para enfrentar la dura realidad de la depresión.
“ Sin entrar en detalles, digamos que de los 12 a los 19 fui un chico malo, y me disculpo por ello ”, confesó Tom Hardy , que es apodado “Tommy” por sus seres queridos que disfrutan su sorprendente actualidad. Hoy se lo puede disfrutar en la gran pantalla en la popular película Venom: Let There Be Carnage , que es parte de una carrera exitosa construida con esfuerzo y desde un lugar saludable. ¡Felicitaciones!