Mark Hamill personificó al joven Luke Skywalker durante los episodios originales de Star Wars. El héroe pasaría de vivir en una granja junto a sus tíos en Tatooine a ser miembro de la Rebelión y enfrentar al Imperio Intergaláctico. En el camino, aprendería los secretos de la misteriosa Fuerza con los caballeros Jedi, Obi-Wan Kenobi y Yoda. Luke siempre le vió el lado positivo a las cosas y esa voluntad lo llevó a traer a su padre, el villano Darth Vader, de vuelta al camino de la luz.
George Lucas completó la historia de los Skywalker cuando presentó las tres precuelas donde quedó en evidencia la vida de Anakin Skywalker. En este caso, Mark Hamill no participó de la acción. Entonces, Disney le compró a Lucas la marca Star Wars y con esos derechos se dedicó a expandir el universo de los jedi y sith. La historia de la franquicia cambió para siempre.
El impresionante cheque de Luke Skywalker
La Casa del Ratón tenía planeado mucho contenido relacionado a la saga: las películas Han Solo y Rogue One más series animadas y otras live action como The Mandalorian. Sin embargo, la apuesta más fuerte fue una trilogía posterior a la conocida por los seguidores de la saga. El primer film de esa serie es The Force Awakens para el que fue convocado Mark Hamill.
El actor no tenía ganas de participar de este proyecto y puso como condición que también formaran parte Harrison Ford y Carrie Fisher. Él suponía que el intérprete de Indiana Jones diría que no. ¡Sorpresa! Todos estaban arriba de la séptima entrada de Star Wars y cobrarían sueldos según la "escala por legado" que maneja Disney donde uno cobra en relación a la importancia que tiene dentro de la película.
Seguramente nadie en la historia recibió tanto dinero por darse vuelta con cara de preocupado, durante 30 segundos, como Mark Hamill. Vale aclarar que su escena junto a Rey al final de Episodio VII emociona. ¿El cheque? Casi 3 millones de euros por recibir a la joven protagonista en un planeta lejano y dejar la puerta abierta para una secuela que avanzaría esa relación.
