Chris Evans es un popular actor que logró triunfar en la industria cinematográfica de Hollywood dándole una peculiar atracción a cada proyecto del que participa especialmente tras haber sido uno de los protagonistas del Universo Cinematográfico de Marvel como el Capitán América, papel que hizo a la perfección hasta el retiro del héroe en la emotiva Avengers: Endgame.

Hoy el intérprete ocupa un lugar de estrella y tiene tiempo para evaluar su carrera en la industria. En este caso recordó la experiencia de trabajar con el realizador surcoreano Bong Joon-ho, ganador del Oscar por su film Parásitos. Chris Evans fue dirigido por este cineasta en la cinta de 2013 Snowpiercer que adapta una novela gráfica de origen francés de Jacques Lob, Benjamin Legrand, y Jean-Marc Rochette.

El papel de Chris Evans en la película era el del líder de una revolución que se llevaba adelante dentro de un tren, lugar donde ocurre la mayoría de la acción de este film que fue señalado como uno de los mejores de 2013 por la National Board of Review. Así y todo, el actor confesó: “Cuando leí el guión por primera vez, no lo entendí totalmente. Yo estaba como, ‘¿qué?’”.

Chris Evans confió en el director

El análisis de Chris Evans sobre el guión de la cinta siguió: “Siempre que se trata de una película que construye un mundo distópico, estás creando un entorno completamente separado. Hay una especie de presunción en la que tienes que decir, ‘entonces todo el mundo acepta esto, ¿no? ¿Nadie está un poco indignado de que esta sea la estructura? Esa es la norma, está bien’”.

Chris Evans tuvo palabras elogiosas para el responsable de Snowpiercer, Bong Joon-ho. “Bong es un visionario”, describió. “Cuando trabajas con alguien que sabe exactamente lo que quiere, incluso si no es exactamente como tú lo visualizas, eso genera confianza; como actor, eso es lo más importante, el poder confiar en el director”, agregó el actor. Tanto es así que llegó a graficar que si el cineasta le pedía que saltara él solamente iba a contestar: “¿Hasta dónde?”.