Nicolas Cage está en un buen momento profesional gracias a películas como Pig o la inminente El Peso del Talento donde se personifica a él mismo en una situación económica dramática que lo lleva a aceptar cualquier tipo de trabajo y termina cruzándose con un seguidor bastante peligroso. La carrera de este actor está llena de aciertos y desaciertos pero hay algo que es innegable: Nicolas Cage jamás pasará desapercibido.

Ahora el intérprete de Leaving Las Vegas, por la que ganó un premio Oscar, admitió que rechazó papeles importantes en dos franquicias que con el tiempo se convirtieron en verdaderos clásicos del séptimo arte y que incluso al día de la fecha permanecen vigentes con secuelas o spin offs que no nos dejan olvidar por qué son fundamentables. Estamos hablando de The Matrix y El Señor de los Anillos.

Dos negativas que sorprenden

Nicolas Cage admitió: “No hay una versión de Nic Cage en la realidad que no quiera pasar tiempo con sus hijos. No hay una versión que no haya puesto a la familia primero sobre la carrera. Rechacé El señor de los Anillos y Matrix porque no quería ir a Nueva Zelanda durante tres años o Australia durante tres años porque necesitaba estar en casa con mi hijo Weston, eso es un hecho. Así que hay una gran disparidad entre ese Nick Cage en Massive Talent y el Nicolas Cage sentado frente a ti en este momento”.

En sus declaraciones el actor no dice qué papeles le ofrecieron en estas sagas pero uno puede intuir que en Matrix le hubiera tocado interpretar a Neo, El Elegido, mientras que en El Señor de los Anillos podría haber llegado a ser tentado para personificar al rey de los humanos: Aragorn. Claro, por aquel entonces Nic Cage estaba en la cresta de la ola con Leaving Las Vegas, La Roca, Con Air, Contracara, 8MM y 60 segundos

¿Nicolas Cage hubiera hecho de estas franquicias un fenómeno todavía más popular del que fueron? Esa pregunta jamás tendrá respuesta, pero lo cierto es que tanto Keanu Reeves como Neo y Viggo Mortensen en la piel de Aragorn hicieron de sus personajes héroes que trascendieron dentro de la industria cinematográfica para convertirse en íconos de la cultura pop contemporánea.