Pocas películas logran tener el impacto que tuvo Into the Wild con sus espectadores. Dirigida por Sean Penn y protagonizada por Emile Hirsch, se centró en la vida de Chris McCandless, un joven de clase media en Norteamérica que decidió dejar su vida de privilegios e ir en búsqueda de nuevas experiencias en el medio de la naturaleza, desprendiéndose de todo en el camino. Su camino lo llevó al medio de Alaska, donde perdió la vida después de subsistir en un bus abandonado.

La película de Penn se inspiró en la obra de Jon Krakauer, un periodista que se dedicó a investigar la vida de Alexander Supertramp y volcarla en un libro. Para muchos amantes de la naturaleza, esta publicación era conocida, pero la película de 2007 sirvió para popularizarla todavía más. De hecho, muchos jóvenes se animaron a vivir alguna experiencia similar a la de McCandless.

Uno de los involucrados en la película protagonizada por Hirsch fue el diseñador de producción Derek Hill, que en una entrevista con Mirá A Quién Encontré contó un llamativo hecho. Como se sabe, el final de Alexander fue trágico y murió de inanición, por eso, los familiares del joven (que autorizaron a hacer esta ficción) pensaron en un increíble gesto. Fue tal el impacto que todos los involucrados en la ficción se emocionaron al llegar al icónico bus: “Fue una de las películas más significativas que hice”, contó Hill.

Emile Hirsch y Sean Penn, en el rodaje de Into the Wild. (IMDb)

Emile Hirsch y Sean Penn, en el rodaje de Into the Wild. (IMDb)

Cuando encontraron el bus verdadero, perdido en medio del Parque Nacional Denali, Sean Penn le pidió a toda la producción un momento de soledad para ingresar al vehículo. Luego salió y contó lo que había pasado. “Nos dijo que la familia le había dado provisiones para dejar para las almas perdidas. Atrae a gente de todo el mundo, que está en una búsqueda personal. Creo que nuestra película lo hizo más famoso de lo que era”, contó Derek.

Los problemas que generó Into the Wild

El libro de Into the Wild fue publicado en 1995 y desde ese momento se volvió una pasión para los aventureros que solo se potenció con el film de Sean Penn. Esto hizo que muchos de los jóvenes exploradores de todo el mundo quisieran seguir sus pasos y dejar sus vidas de comodidades en el pasado. ¿El destino? El bus de International Harvester de la década del 40 en el que vivió Alexander Supertramp por más de 100 días.

Esto, por supuesto, hizo que muchos fueran víctimas de las complicaciones de lugar, se perdieran y tuvieran que ser rescatados por los guardaparques. De hecho, se cree que al menos dos personas perdieron la vida en el intento. Por eso, el gobierno canadiense decidió retirar el bus para desalentar a los turistas. “Cuando se llevaron el bus, me mandaron 500 mails. Gente diciendo: 'Miren lo que hicieron'”, explicó Hill. El vehículo fue retirado el 18 de junio de 2020 y reubicado en el museo de la ciudad de Fairbanks, Alaska.