La carrera de Henry Cavill está, en estos momentos, en su máximo esplendor. El actor, quien saltó a la fama internacional gracias a su fichaje como Superman en Warner Bros, se transformó en uno de los artistas más conocidos de Hollywood. Además, su llegada a Netflix como Geralt de Rivia en The Witcher y Sherlock Holmes en Enola Holmes lo ha llevado a captar más público debido a la gran variedad de personajes. 

Asimismo, cabe destacar que Henry Cavill consiguió ganarse su lugar en la industria ya que demostró lo versátil que puede ser. Pues, en muy pocos años llevó adelante papeles muy distintos entre sí que, sin duda alguna, fueron una sensación mundial. Tal es así que, poco a poco, el británico logró conseguir el cariño de todos sus fans al punto de que desean seguir viéndolo actuar y apostando por diferentes desafíos como, por ejemplo, la posibilidad de ser el nuevo James Bond

Sin embargo, hay que destacar que al principio de su carrera, Cavill no conseguía todo lo que se proponía. Claramente, las adversidades que enfrentó no se dieron por su talento de actuar, sino por su edad. Cuando comenzó con la actuación, muchos productores lo buscaban para formar parte de sus creadores, pero lo cierto es que muchas veces los personajes que le proponían no coincidían con su apariencia física ni tampoco con su edad. 

Eso mismo fue lo que sucedió tanto con Cedric Diggory en Harry Potter y Edward Cullen en Crepúsculo. Como bien es sabido, estos personajes fueron los que catapultaron a Robert Pattinson a la fama internacional. Pero, mucho antes, Cavill era quien estaba como el actor favorito para llevar adelante estos papeles. Según trascendió, cuando surgió el casting del personaje de Harry Potter, los fans de Henry hicieron todo lo posible por verlo a él en el papel. 

No obstante, para aquél entonces Henry Cavill ya era demasiado adulto para darle vida a un personaje de secundaria. Y, por supuesto, con Edward Cullen sucedió lo mismo. Stephenie Meyer, la escritora original de Crepúsculo, lo catalogó como su “perfecto Edward”, pero una vez más la edad le jugó en contra: ni con maquillaje podía parecer un muchacho de 17 años. Es decir, una vez más, Robert Pattinson se quedó con el papel ya que, como bien es sabido, es tres años más joven, pero tiene facciones menos formadas.  

En ese mismo momento, en el que Cavill luchaba por estos puestos, también intentó ser James Bond para Casino Royale, pero la producción prefirió a Daniel Craig ya que Henry era “demasiado joven”. Por tanto, en esta ocasión, fue al revés: si era demasiado grande para darle vida a un adolescente, era muy joven para ser el agente 007. Aún así, a pesar de estos contratiempos, en ese entonces Cavill era perfecto para ser el nuevo Bruce Wayne, pero Christian Bale le ganó el puesto. Y, como es sabido, ahora ese personaje lo lleva adelante Robert Pattinson quien, por tercera vez, le “quita” un papel. 

Es por eso que, ante esta cantidad de batallas perdidas que enfrentó Henry Cavill antes de ganarse su lugar en la industria, la revista Empire lo apodó como “el hombre más desafortunado de Hollywood”. De todas maneras, por más de que perdió papeles importantes, después logró levantarse ya que el destino le tenía preparado un viaje más valioso. La fama llegó, el éxito también, pero a su debido tiempo y con esfuerzo y dedicación demostró lo talentoso que es.