La serie The Last of Us está ubicada en un mundo post apocalíptico donde el hongo Cordyceps transformó a la gran mayoría de la humanidad en zombies. En ese contexto, el protagonista Joel, interpretado por Pedro Pascal, debe atravesar Estados Unidos junto a la adolescente Ellie, personificada por Bella Ramsey. La joven es inmune a la infección y la clave para desarrollar una potencial cura.

The Last of Us comienza con un prólogo en el que un científico interpretado por John Hannah da cuenta de los peligros que significan los hongos que logran infectar a huéspedes animales logrando, posteriormente, alcanzar un control total sobre ellos. “Candida, Ergot, Cordyceps, Aspergillosis… Cualquiera de ellos podría ser capaz de penetrar en nuestros cerebros y tomar el control de, no millones, sino miles de millones de nosotros. Miles de millones de marionetas con mentes envenenadas”, es el alarmante pronóstico.

El hongo de The Last of Us y el mundo real

“Todo lo que el personaje dice sobre los hongos, lo hacen de verdad. Lo hacen ahora y lo han hecho desde siempre. Hay algunos documentales sobre el tema que son bastante terroríficos. Ahora bien, su advertencia de que pasaría si evolucionan y se meten dentro de nosotros desde un punto de vista puramente científico, ¿nos harían exactamente lo mismo que les hacen a las hormigas? No lo creo. Lo dudo”, remarcó el showrunner Craig Mazin en una entrevista.

El personaje “sí está en lo cierto con lo de que el LSD y la psilocibina vienen de los hongos”, agregó Mazin. “Se lo dije a John: Lo que estamos haciendo en esta escena es contarle a la gente que los hongos siempre han estado ahí”. La posible mutación genética de estos organismos y posterior dominio de la raza humana como ocurre en The Last of Us es un escenario preocupante. 

 

Lo cierto es que hasta el momento el hongo Cordyceps no ha mostrado las características que posee en la ficción de HBO Max, pero no quiere decir que no sea de interés para la comunidad científica al igual que otros hongos que pueden infectar a ciertos organismos alcanzando un control absoluto sobre los mismos. Verdaderamente un potencial para el terror absoluto. ¡Miedo!