Después de Spider-Man: No Way Home, Marvel ha dejado su propia vara muy alta. Pero, ahora, con la llegada deDr. Strange in the Multiverse of Madness se ha vuelto a superar. La película, que se titula como la segunda oficial con Benedict Cumberbatch como protagonista, y forma parte de la cuarta fase del estudio ya llegó a los cines. Fue hoy, 5 de mayo, cuando el film comenzó a estar disponible en la pantalla grande abriendo así el famoso multiverso en los espectadores. 

Porque, eso es lo que sucede después de ver Dr. Strange in the Multiverse of Madness. Es una cinta que está tan bien lograda y que consigue traspasar la pantalla a tal punto que el multiverso se le impregna a uno cuando sale del cine. Los efectos especiales volvieron a poner a Marvel en la más alta estima. Si bien el estudio nunca ha hecho cosas malas en cuanto a edición, lo cierto es que con este largometraje ha demostrado su máxima capacidad para un film de esta magnitud. 

Y, es eso uno de los puntos que hacen que los fans puedan entrar en el multiverso de Dr. Strange. Sin embargo, la realidad es que lo que más destaca de esta película es que se puede llegar a considerar como el regreso inigualable de Sam Raimi. El director, que estuvo a cargo del Spider-Man de Tobey Maguire, volvió al MCU para acompañar a Benedict Cumberbatch y lo ha hecho a lo grande. Esto se debe a que el film tiene todo lo que le faltaba al MCU para volver a levantarse y dejar de repetirse. 

Si bien es una cinta típica de superhéroes, donde siempre está el bueno y el malo, en las 2hs y media que dura la función uno queda perplejo con el suspenso que se lleva adelante. Raimi logra combinar esa acción necesaria para un film de este género, pero le agrega un condimento pocas veces visto en el MCU: adrenalina. Es decir, no llega a ser una película de terror propiamente dicha, porque si hay algo que no da es miedo, pero con una mezcla de géneros Sam trae lo mejor de sí mismo mostrando algo único y diferente a todo eso que ya es conocido en la franquicia. 

De todas maneras, no todo es color de rosas. Porque, por más que estemos ante una película muy llamativa del MCU, hay algunos fallos. En algunos momentos la trama comienza a perder fuerza, ritmo y se termina transformando en algo monótono. Pero, la realidad es que Benedict Cumberbatch y Elizabeth Olsen supieron sortear ese pequeño inconveniente. La combinación de ambos, cada uno en su respectivo papel ha sido maravillosa, pues estamos ante dos de los actores más impresionantes y versátiles de Marvel

Sin embargo, a decir verdad, por separado no hubiesen funcionado de la misma manera. Sus actuaciones fueron impecables, eso no entra en discusión. Pero, por un lado, Cumberbatch no ha llegado a sorprender, quizás, de la manera que más de un fan pueda esperar. Es que, si la trama no lo hubiese ayudado, su personaje era un poco más de lo mismo. Por el otro, Olsen logra ganarse todas las miradas posibles llevando a su personaje aún más allá y, por lo visto, explotando todo su potencial. 

De todas formas, más allá de ese error que no es poca cosa, Dr. Strange in the Multiverse of Madness tiene más para brillar que para fallar en taquilla. Con sorpresas en sus cameos que abren paso a las nuevas películas, llena de imaginación, acción, suspenso y un poco de humor, la cinta dejará a más de un fanático impactado y pensando en cómo Marvel puede levantar cabeza completamente si sigue por este costado tan fantasioso y terrorífico.