Leonardo DiCaprio es uno de los actores, por lejos, más importantes de la industria cinematográfica. Catalogado como uno de los mejores de su generación, pasa el tiempo y él sigue creciendo. Siempre que tiene oportunidad demuestra su versatilidad delante de las cámaras dejando así en claro que es apto para cualquier papel que se le proponga. La gran prueba de ello es el repertorio de películas que tiene en su carrera. 

Entre ellas se encuentran Romeo y Julieta (1996), la cual por ejemplo es muy distinta a El Origen (2010) o La isla Siniestra (2010) y El gran Gatsby (2013) que nada tienen que ver entre sí y son muy diferentes a, por ejemplo, El lobo de Wall Street (2013). Sin embargo, como bien es sabido, mucho antes de estos papeles icónicos en su carrera, hubo otro que fue el que lo cambió para siempre. De hecho, gracias a este personaje se catapultó a la fama internacional. 

Se trata de Jack Dawson de Titanic. Con este personaje logró estar al frente de una de las películas más innovadoras del cine de los 90 y más taquillera en la historia de la industria. Eso sí hay que destacar que antes de lograr tanto furor casi rechaza el papel por una razón completamente inesperada e insólita: el ego. A veces, cuando uno es jóven no maneja bien sus éxitos y eso mismo es lo que le ha pasado a DiCaprio. 

Durante una reciente entrevista el director de Titanic, James Cameron, reveló cómo fue su primer encuentro con DiCaprio en 1995 cuando todavía se encontraba en búsqueda del actor más idóneo para el papel. Y sin dudas Leonardo era su favorito ya que para ese entonces ya se había consagrado como un ídolo adolescente debido a su protagónico en títulos como Vida de este chico, ¿A quién ama Gilbert Grape?, Diario de un rebelde y más.   

Tal es así que, con su ego a flor de piel, la actitud que tuvo ante James Cameron casi le cuesta el papel. "La reunión fue curiosa porque estaba sentado en mi sala de conferencias, esperando para encontrarme con un actor. Miré a mi alrededor y todas las mujeres de la oficina estaban en la reunión por alguna razón. Había una productora ejecutiva, sí, vale, ¿pero nuestras contables? Todas querían conocer a Leo. Era una locura", explicó Cameron ante GQ

Y, a pesar de que Cameron lo quería para el rol, antes debía asegurarse que tuviera una buena química con Kate Winslet (Rose) quien ya había sido elegida. No obstante, DiCaprio se opuso a hacer prueba de cámara y estaba negado a hacer un casting. “Yo no leo”, le respondió Leonardo a James a lo que el cineasta no dudó en decirle: “Bueno, gracias por venir”. Justo en ese momento el actor reaccionó y dijo: “Espere, espere. Si no leo, no consigo el papel. ¿Es así?”

Por esto James Cameron no dudó en explicarle a DiCaprio lo mucho que este proyecto significaba para él, catalogando a Titanic como “una película enorme que me va a quitar dos años de mi vida”. Además, en la entrevista contó que le dijo: “Tú estarás haciendo cinco cosas más mientras yo estoy con la postproducción. Así que no la voy a joder tomando la decisión equivocada en el casting. Vas a leer, o no tendrás el papel”. 

Y, con esta imposición Leonardo DiCaprio finalmente realizó la prueba de cámara confirmándole a James Cameron que era el indicado. “Cada ápice de su ser era totalmente negativo hasta que dije 'Acción' y se convirtió en Jack. Kate se iluminó y él interpretó la escena. Las nubes negras se abrieron, y los rayos del sol bajaron e iluminaron a Jack. Pensé: 'Vale, él es nuestro hombre”, contó el productor. Y así es cómo hoy llegamos al papel más importante de este actor que ya es una leyenda en Hollywood.