Con su protagónico en la serie de Sherlock Holmes, Benedict Cumberbatch saltó a la fama mundial sorprendiendo a miles de personas alrededor del mundo. El actor realizó una actuación inigualable y así fue cómo su carrera comenzó a crecer a pasos agigantados. De hecho, es por eso que en la actualidad es uno de los actores más conocidos y respetados de Hollywood. Asimismo, es uno de los más versátiles y admirados de la industria. 

Pues, más de una vez Benedict Cumberbatch tuvo la posibilidad de demostrar su gran talento llegando a ser considerado uno de los favoritos de los amantes del cine. Pero, por si esto fuera poco, también está el hecho de que es “el nuevo rey de imitadores” dado que tiene una sorprendente facilidad para copiar a sus colegas. Entre sus mejores imitaciones se encuentran Tom Hiddleston, Sean Connery, Tom Holland, Chris Evans y Chris Hemsworth

Sin embargo, hay que destacar que más allá de su nivel actoral y lo bueno que es en su profesión, Benedict Cumberbatch es uno de los intérpretes con menos suerte de la industria. Esto se debe a que, en cuatro ocasiones, estuvo muy cerca de la muerte, pero una de las más sorprendentes fue cuando casi se deshidrata en el Tíbet. El actor, cuando terminó el secundario, decidió tomarse un año sabático y viajar e instalarse en un monasterio para enseñar inglés. 

Benedict Cumberbatch casi muere deshidratado en su juventud. Foto: (Getty)

Benedict Cumberbatch casi muere deshidratado en su juventud. Foto: (Getty)

En medio de sus días de maestro, Cumberbatch encontró un espacio libre y optó por ir a recorrer las montañas con cuatro de sus amigos. Según reveló en sus distintas entrevistas, él y sus compañeros partieron con un trozo de queso y algunas galletitas a esta travesía. Y todo iba bien hasta que se perdieron, por lo que no tuvieron más opción que caminar sin rumbo durante dos días que los llevaron a estar al borde de la deshidratación

No obstante, para poder soportar la agonía, exprimieron los musgos que encontraron en algunas piedras para lograr un poco de agua. Aunque, esto no fue suficiente para poder sentirse mejor al punto de que, cuando encontraron un establo para dormir, tuvieron sueños alucinógenos provocados por esta situación y el mal de altura. Aún así, se salvaron ya que tras estos días de incertidumbre encontraron la casa de una sherpa que no sólo los alimentó, sino que además los condujo a su monasterio sanos y salvos.