La 94º edición de los Premios Oscar se vio envuelta en un verdadero escándalo luego de que Will Smith se levantara de su asiento y golpeara directamente en el rostro de Chris Rock por realizar una broma de mal gusto sobre su esposa, Jada Pinkett. La realidad es que el actor ganó el galardón por el cual competía y dejó todo atrás para llevar a cabo una celebración en la que parecía no haber ocurrido nada, mientras las redes sociales estallaban con comentarios.

No ha sido una noche para nada fácil para la Academia por la polémica que se generó cuando Chris exclamó que Jada debía protagonizar una nueva película de “G. I. Jone”, donde el personaje central tiene el cabello rapado. La mujer sufre de alopecía y es por eso que se quedó calva, por lo que esa línea humorística no cayó nada bien en Smith, aunque esa oscuridad que cubrió el Dolby Theatre se convirtió en felicidad para él.

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Al momento de ganarse el premio a Mejor Actor por King Richard, Will se emocionó hasta las lágrimas por lo acontecido y pidió disculpas a todos los presentes. La cuestión es que la polémica con Chris Rock quedó en el pasado en ese momento, ya que el intérprete acudió con su familia a la fiesta que Vanity Fair organiza cada año. Allí se lo vio completamente desenvuelto, cantando y bailando junto a los presentes.

Celebridades de la talla de Natalie Portman, Olivia Colman, Kevin Costner, Chris Pine, Dakota Johnson, Kendall Jenner, Kim Kardashian, Serena y Venus Williams estuvieron presentes en la celebración junto a él, al igual que con Willow, Jaden y Trey, sus tres hijos. Además, fuentes aseguran que lo vieron acercarse a grupos de fanáticos, con los que pudo tomarse algunas fotografías.

También aseguran que Chris Rock era uno de los invitados por Vanity Fair a la fiesta, pero claramente su ausencia se había postergado al momento del golpe. Will Smith retomó su estado de ánimo que se lo caracteriza y más con el impulso de haber ganado un Oscar. Sin embargo, en las últimas horas surgieron dudas de que la Academia se lo pueda retirar y hay razones reales para creer que pueda suceder.