La cartelera de los cines de Latinoamérica se ha renovado este jueves con el estreno de Bad Boys: Hasta la muerte. Se trata de la cuarta entrega de la saga protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence, con Adil El Arbi y Bilall Fallah como directores. A continuación te contaremos nuestra opinión acerca de este título que es un avance para una franquicia que parecía haber llegado a su punto final en la tercera.

En Bad Boys 4, Mike Lowrey y Marcus Burnett investigan la corrupción dentro de la policía de Miami, luego de que su difunto capitán Conrad Howard sea acusado póstumamente de estar involucrado con la mafia rumana. Ante esto, los protagonistas se convierten en fugitivos y los obligan a trabajar fuera de la ley para resolver el caso.

Will Smith y Martin Lawrence regresan como Mike y Marcus, junto a un gran elenco de rostros conocidos por el público. El reparto lo completan Paola Núñez, Vanessa Hudgens, Alexander Ludwig, Tasha Smith, John Salley, Jacob Scipio, Dennis Greene y Eric Dane como James McGrath, quien será el villano detrás de la premisa.

Crítica de Bad Boys: Hasta la muerte

Lo primero a mencionar antes de iniciar los comentarios puntuales acerca de lo percibido de la película es que no hay nada mejor para una saga iniciada en los 90 que continúa hasta nuestros días que reconocerse a sí misma. Los clichés de las buddy movies y los aspectos típicos del cine de acción están más presentes que nunca, pero con una reinvención al tomar lo mejor de la actualidad del género para agasajar a su público. Esto es lo que lo hace un lanzamiento positivo.

En una era en la que el cine parece no darle lugar a las ideas originales y los principales estudios manejan ideas que se demuestran erróneas, se encuentra un poco de respiro cuando una franquicia logra dar en el punto indicado. El humor característico de las primeras películas regresa con una fórmula ya conocida, pero el ambiente dentro de la sala lleva al espectador a sumergirse en la historia. Hay que ser claros: no era necesaria. Sin embargo, sorprende y entretiene.

Las referencias están a la vista, ya que varias secuencias gritarán fuertemente “¡Rápido y Furioso!”, con lo mejor o lo peor, según la percepción de cada uno. Además de tomar rasgos explosivos e inverosímiles de la saga de Toretto, también tiene la virtud de apropiarse de parte de lo mejor que tienen las últimas Misión Imposible y John Wick. En la mezcla de todo lo que uno se pueda imaginar, el resultado deja la sensación de haber pasado un buen rato e irse con una sonrisa.

Bad Boys: Hasta la muerte no estará en los listados de lo mejor del año, pero no hay dudas de será una de las películas favoritas del público. Aún con sus limitaciones y gags que no pueden ser los más graciosos, la fórmula funciona. Es una franquicia que es muy sincera consigo y se abraza a sí misma para entregarle un ejemplo de cine de acción con facetas actuales a sus fanáticos que siguen a los personajes desde 1995 en adelante.