La vida de Luis Miguel estuvo marcada por distintos altibajos y eso ya nadie lo discute, menos después del estreno de la segunda temporada de su serie biográfica en Netflix. Enfocada en su rol como padre y en la desaparición de su madre, Marcela Basteri, esta segunda edición da cuenta de cómo sufrió el cantante mucho antes de llegar a ser la leyenda musical que es hoy en día.
A pesar de que es uno de los artistas más icónicos del mundo, Luis Miguel siempre se jactó por tener una vida privada estrictamente alejada de los medios. Sin embargo, su biografía en formato de serie está revelando detalles que, por años, se mantuvieron solo en plenos rumores y, además, muestra también sus facetas más desconocidas, especialmente ejerciendo de padre con Michelle.
“Ayer” fue el título que se le dio al episodio cuatro el cual fue uno de los más emotivos tanto para El Sol de México como para sus fanáticos. Más allá de mostrar el sufrimiento del intérprete por la salud de Hugo López, también estuvo marcado por el recuerdo de Basteri y, a su vez, por su primer acercamiento sentimental con su primogénita.
El acercamiento entre Luis Miguel y Michelle Salas comienza en este capítulo. Foto: (Netflix)
Sophie, la madre de la entonces menor de seis años, le pide a Luismi que cuide a su hija por un fin de semana y, a regañadientes este acepta frenando así las grabaciones de su vídeo “Ayer” para poder pasar más tiempo con ella. Una vez en casa, Michelle le pide a su padre que le lea un cuento antes de dormir y, en su plena inocencia, la pequeña escoge “Las aventuras de Pinocho” sin saber que es la misma historia que su abuela, Marcela, le leía al cantante cuando era pequeño. Tal es así que, cuando Luis Miguel abre el libro y lee la dedicatoria: “para ti, mi Sol” que su madre le había escrito comienza a despertar su verdadero instinto paternal.
El momento más importante para Luis Miguel. Foto: (Netflix)
Hasta el momento, lo que emite la serie es que el artista no conoce verdaderamente qué sucedió con Basteri, aunque todo parece indicar que está muerta y enterrada en la casa de Las Mantas, lugar donde la recibió, por última vez, Luisito Rey. Es por eso que, tanto para Luis Miguel como para su familia, siguiendo el relato cronológico de esta tira, las emociones en cuanto a Marcela siguen a flor de piel.