Eternals es una ambiciosa película dirigida por Chloé Zhao que explora los orígenes de la vida en el Universo Cinematográfico de Marvel. La explicación es simple: los Celestials siembran semillas a lo largo de la galaxia y con su poder cósmico son los responsables de la evolución de todo ser viviente incluidos los seres humanos que cobran mayor importancia en el plan de Arishem el Juez.
Los Celestials crean a los Deviants para que mantengan a raya a los depredadores que acaban con los frágiles humanos. Entonces, estos seres evolucionan y se transforman en algo imparable. De esta manera, los Celestials deciden destruirlos mediante la creación de los Eternals, poderosos héroes que protegen a la humanidad. Ellos tienen habilidades extraordinarias.
El mito griego que conecta con Eternals
Ajak tiene el don de la sanación, Thena crea armas con energía cósmica, Sersi transmuta la materia, Kingo dispara explosiones de energía de sus manos, Gilgamesh tiene fuerza sobrehumana, Phastoses un inventor superdotado, Makkari tiene súper velocidad, Druig puede controlar la mente, Sprite puede generar ilusiones y el más poderoso: Ikaris, puede volar y disparar rayos de sus ojos.
Ikaris está muy influenciado por el mito griego de Ícaro. Esta historia cuenta cómo el padre de Ícaro inventó unas alas para su hijo y le advirtió que no volara muy cerca del sol porque quemaría sus plumas y no podría mantenerse en el aire. Ícaro ignoró la advertencia, el sol quemó sus alas y él murió al caer. ¿Cómo se conecta con Ikaris?
Al final de Eternals, el héroe más poderoso del equipo decide traicionar a los Celestials de la misma manera que el resto de sus compañeros. Sin embargo, él no puede vivir con sus acciones y una vez que lograron detener el surgimiento de un nuevo Celestial, que destruiría la Tierra, Ikaris voló directo hacia el sol. La pregunta es: ¿murió? La película no aclara el destino de este poderoso personaje que parece ser uno de los más fuertes del MCU.