Malignant llegó a las salas de Latinoamérica después de casi dos años de espera. En octubre de 2019 James Wan anunció que iba a producir una nueva película, y los que lo siguen desde sus inicios con El Juego del Miedo, Insidious y su gran obra, El Conjuro, estaban a la espera de ver qué era lo que podía hacer. Aunque Aquaman, de 2018, fue su último estreno en salas, para ver cuál fue la cinta de terror más reciente que hizo hay que remontarse a 2016, con El Conjuro 2.

En esta oportunidad, James Wan había prometido algo diferente a todo lo que había hecho hasta el momento. Si bien hubo algunos que le preguntaron si se trataba de una adaptación de su cómic, Malignant Man, el director se encargó de aclarar en un posteo en sus redes que no tenían nada que ver. De todas formas, es justo señala que la premisa de dicha publicación tiene algunos puntos en común con la película que llegó al cine.

Malignant sigue a Madison (Annabelle Wallis), una mujer que de pronto comienza a quedar paralizada y tener visiones de macabros asesinatos que se vuelven realidad. Pronto descubrirá que todos los crímenes tienen una conexión con su pasado. Ingrid Bisu y Akela Cooper coescribieron la historia junto a James Wan, y Cooper se encargó de adaptar el guion. George Young y Maddie Hasson, completan el elenco de protagonistas de la película.

Lo Mejor de Malignant

En una entrevista con Bloody Disgusting, James Wan había definido a Malignant como su “versión del giallo. Uno de los puntos más fuertes de la película son los homenajes al cine de terror menos mainstream, que llega acompañado de una gran cantidad de secuencias bien sangrientas. Más allá del guiño al género italiano, también hay mucho del subgénero slasher en su historia, al que le aporta algunos elementos sobrenaturales. De la música se destaca un sample de “Where is my mind?”, la famosa canción de Pixies que nunca falla, que acompaña en varios momentos del film.

Lo peor de Malignant

Malignant es una película con muy buenas ideas. Muchas. Lo malo es que por momentos se superponen o se enredan y no termina de quedar claro hacia dónde quiere ir James Wan. Hay giros argumentales que se vuelven caprichosos y el verosímil cambia constantemente. Es cierto que las películas de terror no necesitan justificar absolutamente todo, pero los saltos que se dan en relación con las reglas del mundo en el que transcurre la película son demasiado evidentes.