En 1999, Matrix revolucionó el mundo del cine con una película ambiciosa de ciencia ficción que invitaba a reflexionar sobre la forma en la que vivimos. Esa idea de que el capitalismo nos tiene embobabos y encerrados en una burbuja de fantasía que tapa la realidad, que también se vio en otra gran producción de ese año como Fight Club de David Fincher, fue luego expandida con dos películas más que completaron una trilogía en 2003.
Matrix Reloaded y Matrix Revolutions se lanzaron el mismo año, con meses de diferencia y, a pesar de las pésimas críticas, siguen siendo parte de una saga que al día de hoy se mira con mucho cariño por lo bien que ha envejecido. Neo, Trinity y Morfeo son parte de la cultura pop y han sido tomados como referencias hasta en comedias como The Office, que hace un tiempo develó una apertura en la que Jim le hacía creer a Dwight que él era el elegido y que la Matrix era real.
Este jueves llegará a las salas Matrix Resurrections, la cuarta película de la saga que fue dirigida por solo una de las hermanas Wachowski, Lana. Con los regresos de Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss, esta nueva producción se presenta como una historia mucho más meta, en la que se cuenta que Thomas Anderson en realidad creó la Matrix como un videojuego muy popular. Es decir, el punto de partida de esta nueva historia plantea la idea de que todo lo visto en las tres películas originales en realidad jamás sucedió.
Keanu Reeves como Neo. (Warner Bros. Pictures)
Matrix Resurrections está repleta de easter eggs para los fanáticos de la saga. Por eso, quienes quieren ver la película y disfrutarla al máximo sin perderse ningún tipo de guiño a las historias anteriores, querrán hacer un repaso de la trilogía para estar al día. Para hacerlo, podrán recurrir al catálogo de HBO Max, que tiene las tres películas de las hermanas Wachowski y que, una vez cumplida la ventana del estreno, también tendrá esta cuarta historia en su plataforma.
¿Vale la pena Matrix Resurrections?
A pesar de que por un tiempo se rumoreó que llegaría una continuación de Matrix con Michael B. Jordan en su reparto, la cuarta película fue completamente inesperada. Quienes teman por el daño que pueda hacerle a la franquicia deben saber que esta historia es (afortunadamente) mejor que las dos secuelas anteriores. Si bien el punto de partida de su historia es un tanto flojo, una vez que se acepta ese verosímil la película funciona bien. Especialmente, por las adiciones de Neil Patrick Haris, Jessica Henwick y Jonathan Groff al reparto, que comprendieron a la perfección cómo funciona el universo creado por las Wachowski. Eso sí, la mejor forma de disfrutarla es verla en la pantalla más grande posible, porque las secuencias de acción son alucinantes.