La segunda temporada de Bridgerton llegó a Netflix el pasado 25 de marzo siendo un completo éxito a nivel mundial. Con ocho nuevos episodios la serie de Shondaland regresó a la plataforma, pero esta vez adaptando el segundo libro de Julia Quinn: El vizconde que me amó. Es decir, en esta ocasión, el gran protagonista fueJonathan Bailey quien le da vida a Anthony desde la primera parte cuando se plasmó la historia de amor entre Daphne y Simon.
Para estos nuevos episodios de Bridgerton el foco estuvo puesto en el objetivo de Anthony: encontrar una esposa de su linaje para concebir un heredero para su título. Sin embargo, lo cierto es que más allá de que el personaje de Jonathan Bailey veía esta decisión como un trámite, Kate Sharma (Simone Ashley) termina cambiando sus pensamientos. Pues, sin esperarlo, el protagonista se enamora y, entre ellos, comienza un ida y vuelta atrapante.
Tal es así que, de manera inmediata, Bridgerton se volvió a convertir en un furor mundial. De hecho, llegó a tal punto que, se transformó en la serie más vista en la historia de Netflix en su primera semana de estreno. Es decir, una vez más, el éxito fue imparable y los actores lo han disfrutado de maneras únicas. Sin embargo, hay que destacar que los rodajes no los celebraron tanto como el furor, más que nada Jonathan Bailey.
Jonathan Bailey en Bridgerton 2. Foto: (Netflix)
Esto se debe a que el actor sufrió un vergonzoso accidente durante el rodaje de una de las escenas más importantes de los nuevos episodios. Según él mismo confesó en una reciente entrevista mientras rodaban el momento en el que él y sus hermanos de ficción, Colin (Luke Newton) y Benedict (Luke Thompson) practicaban esgrima, ¡su traje se rasgó en sus partes íntimas! Sí. El actor quedó al descubierto delante de todos en el equipo.
Colin, Anthony y Benedict durante el rodaje. Foto: (@bridgertonnetflix)
“Fue por culpa de los trajes de esgrima, que eran bastante ajustados en ciertas partes y llevábamos zapatillas de deporte sobre la hierba mojada por el rocío de la mañana. Al ir a dar la última estocada con Benedict, se me rasgó la entrepierna y quedó todo grabado”, aseguró Bailey. Asimismo, por lo que dijo, al tener a 400 personas mirándole, su vergüenza fue en aumento, pero no tiene dudas de que ese momento acabará formando parte del detrás de escena que se estrenará dentro de poco en Netflix.