Prison Break fue, para muchos, una de las mejores series que se vio en materia carcelaria. La idea de un joven cuyo plan consistió en incriminarse para infiltrarse en la cárcel en la que estaba preso injustamente su hermano, con la idea de liberarlo, fue muy bien criticada. Es que, antes de hacerlo, se tatuó todos los planos de la prisión junto con algunos detalles que podrían ser útiles (tanto para él como para la trama) a la hora de pensar cómo escapar. En 2017 regresó con una nueva entrega a Fox pero no tuvo el mismo éxito que en sus comienzos.

No caben dudas de que la serie fue de mayor a menor y sus ideas se fueron agotando. Pero esto no fue lo único que se agotó y, aparentemente, hubo un problema con su actor principal. Wentworth Miller estuvo a cargo de darle vida a Michael Scofield, y cada día de rodaje pasaba hasta 5 horas en maquillaje en donde le dibujaban los distintos planos y detalles que serían importantes para desarrollar un episodio.

Con el tiempo, Miller se cansó de este procedimiento y empezó a quejarse, a no querer hacerlo. Así lo confirmó el director de la serie, Bobby Roth, en una entrevista con Mirá A Quién Encontré. El realizador explicó que de los tatuajes solo se mostraban los que eran necesarios y que muchas veces se tapaba el resto del cuerpo con la vestimenta, para evitar que tuvieran que realizarle diseños de más. Esto fue todavía más evidente a partir de la tercera entrega, en la cárcel de Panamá. 

“Después de un tiempo, se cansó de tatuarse. Después solo se hacía los brazos e iba siempre vestido. Creo que en la temporada 3, estábamos en Panamá rodando un motín en la cárcel, y me hicieron usar un doble porque no quería tatuarse. Fue una movida inteligente, porque te hacían creer que todavía estaba tatuado. Pero dejó de tatuarse”, aseguró Roth. Debido a esta negativa, los productores tuvieron que pensar una alternativa para dejar feliz al actor sin que se perdiera la continuidad de la serie.

La insólita solución de Prison Break

Finalmente, alguna mente brillante propuso la idea que ganó el brainstorming de guionistas, para que Wentworth no tuviera que seguir dibujándose la piel. Claro que para Roth se trató de una propuesta totalmente absurda y con la que no estuvo para nada de acuerdo. “Se les ocurrió esa idea ridícula en la que supuestamente se los borró con láser. Es imposible. Tengo muchos amigos tatuados. No es posible hacer eso”, afirmó el realizador de la serie que puedes ver en Star+.