En 24 episodios, Netflix se propuso contar la historia de uno de los músicos más importantes de México: Vicente Fernández. Así como hace algunos años había hecho maravillas con la vida de Luis Miguel en una serie que fue furor en Latinoamérica, ahora buscó hacer lo mismo de la mano de esta producción centrada en este artista al que popularmente se conoce como Chente. El show desembarcó en la plataforma de streaming número 1 este miércoles 14 de septiembre.
Vicente Fernández, a quién también se conoce como el “Rey de la ranchera”, falleció en diciembre del año pasado en Guadalajara, mismo lugar en el que había nacido más de 80 años antes. Para México, fue perder un ícono de su música y un embajador de su cultura, que se encargó de llevar sus acordes y estrofas a todas las partes del mundo. Ahora, de la mano de esta serie titulada El rey, Vicente Fernández, su legado continuará creciendo.
Si te preguntabas cuántas de las cosas que se mostraron en el show son verdad y cuántas son producto de la ficción, estás en el lugar correcto. Como suele pasar con este tipo de relatos, muchos fragmentos son modificados u omitidos con fines dramáticos. Además, hay que tener en cuenta que a veces hay obstáculos legales que hacen que nombres deban cambiar o que algunas personas no puedan ser parte del relato.
El poster de la serie. (IMDb)
Cómo fue la vida real de Vicente Fernández
Vicente Fernández comenzó en el mundo de la música desde muy pequeño. Su padre trabajaba en el campo mientras su madre era ama de casa y era ella quien solía llevarlo al cine, que fue donde comenzó a crecer su pasión por el entretenimiento. Pero a los 8 años, llegaría el elemento que le cambiaría la vida: una guitarra que le regalarían y con la empezaría a introducirse en el mundo del folclore mexicano.
Rocco Rodríguez. (IMDb)
Apenas seis años más tarde, Vicente Fernández ya se ganaba la vida cantando en eventos como bodas y cenas, pero no fue hasta su llegada al programa de radio Amanecer Tapatío que logró ganar popularidad a nivel local. Con este primer paso ganado, siguió creciendo y a los 21 tuvo su primer recital como profesional, en un programa de televisión llamado La Calandria Musical. Ya con 25 años se mudó a la capital mexicana para dar el salto que le faltaba. Por un tiempo, le fue difícil crecer a la sombra del cantante Javier Solís. Sin embargo, cuando éste murió por una operación que salió mal, Chente ocupó un lugar del que nunca más se bajó.