Black Mirror es una serie de televisión de ciencia ficción creada por Charlie Brooker, descrita como un híbrido entre The Twilight Zone y Relatos de lo Inesperado, que se interioriza sobre los distintos malestares provocados en la sociedad actual y se caracteriza por relatos distópicos autoconclusivos que están centrados en una verdadera tecno-paranoia escudriñando al mismo tiempo cómo el avance tecnológico afecta a los seres humanos.
El programa de TV es uno de los grandes éxitos de audiencia en Netflix y mucho se habla ya de las virtudes de este show que sorprende en cada uno de sus episodios. Sin embargo, hoy nos toca destacar cuál de las entregas de Black Mirror es la peor de todas. Y tenemos un ganador en esa discusión. Se trata del episodio titulado The Waldo Moment, que no sólo habla de tecnología, sino que se hace un lugar para la política.
Un personaje que podría haber sido algo más
The Waldo Moment es el tercer episodio de la segunda temporada escrito por el creador del programa, Charlie Brooker, con dirección de Bryn Higgins. En esta oportunidad conocemos a Jamie, un actor fracasado de comedia que tiene el trabajo de prestarle su voz a Waldo, un dibujo animado de un simpático oso azul que le hace incómodas entrevistas a políticos y figuras relevantes. ¡Entonces ocurre lo increíble!
Jack es el productor a cargo de Waldo y decide presentar al personaje como candidato para unas elecciones parlamentarias con el objetivo de llamar la atención del público. Inesperadamente esta jugada que tenía la intención de ser una broma toma proporciones inesperadas frente a los candidatos del partido laborista y conservador. Una vez finalizados los comicios, con Waldo en segundo lugar detrás del partido conservador y por delante del laborista, Jack, ahora a cargo de la voz del personaje, incita a la violencia.
El episodio es una sátira indulgente sobre la vida y el debate político del mundo actual que bien podría haber estado mejor orientado con una victoria de Waldo en las elecciones. Black Mirror ofrece el marco ideal para un vuelo más alto, y este relato seguramente pedía algo de eso. Lo que le pedimos a The Waldo Moment es más Waldo, después de todo, de eso se trata el programa creado por Charlie Brooker.
