Desde el inicio de la música moderna hasta la actualidad, ya hemos podido escuchar artistas de diversos géneros y estilos. Sin embargo, si hablamos solo de aquellos que lograron dejar una inigualable huella en la cultura popular, por supuesto, la lista se acorta notablemente. Porque en esta notoriedad no solo prima el virtuosismo instrumental o de la composición, también están presentes cuestiones que exceden a la música en sí, tales como la personalidad propia del artista y el impacto que eso, por consiguiente, genera en sus seguidores y en el público de la época, algo que con el tiempo convierten a la persona y a sus temas en un mito. 

John Lennon, Elvis Presley, Freddie Mercury y David Bowie son ejemplo de ello.Cada uno, con formas muy únicas, provocaron un antes y un después que no solo marcó a su generación, sino también a muchas otras. Lennon por sus letras y activismo, Presley con su sex-appeal y voz, Mercury por su histrionismo y habilidad como performer y Bowie con su rebeldía y determinación para circunscribirse como ícono contracultural de la década del 70. Hoy toca hablar justamente de él. Es que el compositor de éxitos como Starman, Let's Dance y Modern Love, es el protagonista de Moonage Daydream, un documental sobre su vida y carrera musical que acaba de aterrizar en la pantalla grande.

Este largometraje, escrito y dirigido por Brett Morgen (Kurt Cobain: Montage of Heck), se propone en un viaje sinigual de 135 minutos, recorrer la trayectoria de Bowie, pero no de manera lineal o cronológica, sino rememorando episodios y escenas trascendentales que dieron origen a la construcción de su arte.

El documental cuenta con imágenes gráficas y audiovisuales de Bowie no sólo en el escenario, también disfrutando de sus momentos a solas pintando o haciendo esculturas. También hay reportajes claves que le hicieron al músico desde sus inicios como Ziggy Stardust, uno de los personajes que posibilitó su ascenso a la fama a principios de la década del 70.

La película biográfica intenta sumergirse en las mentes más creativas, versátiles y transgresoras del rock (y lo logra). Porque si hay algo de exclusivo en este compositor, eso tiene que ver con su facilidad en portar diferentes trajes y mostrar facetas muy disímiles entre sí. De eso se trataba justamente: de surfear eventos que lo obligaran a estar en constante desafío.

No es casualidad que en una de las afirmaciones del documental sostenga lo siguiente: "La comodidad no es lo mío, siempre estoy buscando algo que me genere riesgo, cuando me acomodo debo de buscar otra cosa”. Claro, porque cuando no era músico, era actor, otro día, escultor, pintor y otras veces un simple viajante, un curioso. 

En tanto, entre los momentos más importantes de su carrera, el documental toma aquella época en la que decide mudarse a Berlín Occidental. Fue en esa ciudad donde el músico se propuso no solo dejar de lado su preocupante adicción a las drogas, también experimentar con otro tipo de género musical. Así y de la mano de Brian Eno saldría lo que se conoce como Berlin Trilogy, que contiene el álbum Heroes, lanzado en 1977. 

Por supuesto, esta transformación de lo experimental a un contenido más alineado a lo que se le denomina mainstream generó cierta polémica entre sus seguidores, quienes, en algunos casos, lo llamaron “hipócrita”. Algo muy similar le sucedió a Bob Dylan a mediados de los años 60, cuando el músico dejó de lado el folk y comenzó a jugar con sonidos más eléctricos alusivos al rock, que estaba en plena ebullición comercial. 

Tal como Dylan, Bowie hizo oído sordos a las críticas y siguió adelante con sus ideas. Si hay algo que continuaba demostrando, era esa capacidad camaleónica que lo hacía brillar en cada cosa que se proponía, incluso, hasta escapar de la fama para refugiarse en Japón y ser simplemente un observador más de la vida sin un escenario y un reflector delante suyo.

En este sentido, vale mencionar que Moonage Daydream no solo es un relato asombroso a nivel narrativo es, a su vez, un espectáculo visual que se balancea entre lo surrealista, psicodélico y emotivo, ya que también se toma un tiempo para reflexionar sobre la infancia y la familia del artista de la que pocas veces se animó a hablar.

Bowie nació el 8 de enero de 1947 en la ciudad de Brixton, en las afueras de Londres, siendo el único hijo de Haywood Jones y Margaret Burns, aunque tenía un hermanastro por parte de su madre, que fue quien lo inspiró y luego lo animó a dedicarse a la música.

Asimismo, el documental se toma unos minutos para conocer más en detalle lo que supuso en la vida del artista conocer a la modelo y activista somalí Imán, con quien se casó en 1992 luego de dos años de noviazgo. Esta historia de amor es una de las más profundas de la historia del rock y en palabras del propio Bowie “lo cambió para siempre”.

Seas fan o no de David Bowie, Moonage Daydream es disfrutable en todos los aspectos y quienes no conozcan demasiado de él querrán no solo saber más sobre su vida, sin duda, no pararán de escuchar sus canciones memorables, porque la música de Bowie continúa más viva que nunca.

El documental se estrena este 15 de septiembre en Argentina.