Tom Holland pasó a ser, en el último tiempo, uno de los actores más importantes de Hollywood. Con apenas 25 años su carrera va en ascenso y, de hecho, en la actualidad es el nuevo rey de las carteleras. Ahora, tras el éxito de Spider-Man: No Way Home, la cual hizo historia en el cine, llegó Uncharted, una película que nada tiene que ver con el último éxito de Marvel

En Uncharted, Tom Holland interpreta a Nathan Drake y se embarca en una de las películas de acción más importantes en lo que va de su trayectoria. Para este film el actor protagonizó varias escenas de riesgo y las realizó a la perfección. Es decir, este largometraje es un cambio total de esencia para ;el y hasta lo pone en camino para convertirse en una figura de este género tan importante en la industria cinematográfica. Si bien con Spider-Man tuvo sus momentos de luchas y adrenalina, fue ahora cuando tuvo que dar lo máximo de sí.

Tal es así que, al igual que lo hace con cada papel, Holland se preparó por completo para este momento y realizó entrenamientos más potentes. No obstante, para darle vida al aventurero Nathan Drake, también tuvo que sumergirse en el mundo de los bares. Es que, según cuenta el film, antes de comenzar su búsqueda del tesoro, él es un camarero que se gana la vida sirviendo tragos y realizando algunos hurtos en ese bar. Pero, por más que parezca fácil, con el fin de hacer un papel increíble, Tom se metió de lleno en el aprendizaje del preparado de bebidas. 

De hecho, según él mismo contó, para hacerlo a la perfección, acudió a clases de barman y estuvo trabajando en un bar de Londres. Sin embargo, las cosas no fueron todo color de rosas porque el encargado del lugar ¡lo despidió! Así fue cómo él lo confesó en una entrevista: “Una de mis cosas favoritas sobre a lo que me dedico para ganarme la vida es que tienes la oportunidad de aprender una nueva habilidad”, dijo ante SMX. Luego, agregó: “Fue muy divertido”. 

De todas formas, el hecho de tener una celebridad conocida a nivel global sirviendo copas no fue del todo agradable para los dueños del bar, ya que la voz se corrió y la gente no paraba de asistir al lugar para ver a Holland. “A medida que la gente iba contándolo por la ciudad dándose cuenta de que ‘aparentemente Tom Holland estaba de camarero en este bar’, el gerente empezó a darse cuenta y eventualmente me echaron”, contó Tom. 

Aún así, el encargado del local pudo recapacitar y notó que tener una estrella mundial como su empleado es sinónimo de prensa. “Les he estado dando mucha prensa, así que se callaron y me dejaron volver”, cerró. Y, por lo que se ve en la película, el actor pudo terminar de preparar su papel de barman muy bien. Pues, lo cierto es que por más de que las escenas de acción son las más emblemáticas y emocionantes, sus partes en el bar fueron únicas.