En 1977, con un presupuesto menor a los 20 millones de dólares, Steven Spielberg hizo la magia que había demostrado que tan bien manejaba años antes con Tiburón, la madre de los blockbusters. Fue en ese año cuando el director de producciones como Jurassic Park y La lista de Schindler estrenó la tan recordada Encuentros cercanos del tercer tipo, una película que no tardó en despertar las teorías conspirativas entre quienes creían que el Gobierno ocultaba información sobre la vida en otros planetas.

En la película que este 2022 celebra sus 45 años desde su estreno, el avistaje de unos platos voladores y el contacto entre terrícolas y alienígenas se realiza a través de notas musicales. Todo, está contado a través de los ojos del obrero interpretado por Richard Dreyfuss, Roy Neary, quien es abducido y tiene una conexión especial con la nave nodriza que se volvió un emblema de la filmografía de Spielberg.

Uno de los involucrados en el rodaje de Encuentros cercanos del tercer tipo fue Nick McLean, camarógrafo de la producción, que en una entrevista con Mirá A Quién Encontré reveló cómo fueron los rodajes de esta producción que recaudó más de 300 millones de dólares. La cinta se filmó en Mobile, Texas, en una base aérea de gran tamaño que la producción consiguió para llevar a cabo sus trabajos.

“Pensábamos que íbamos a ver platos voladores”, contó McLean, quien dijo que cada noche “salíamos con Steven Spielberg a la pista de aterrizaje. Mirábamos al cielo a ver si encontrábamos algún plato volador. Steven realmente lo creía”. Este tipo de prácticas suelen ser muy comunes en los espacios a cielo abierto, especialmente para quienes suelen acampar con amigos. Lamentablemente, cuando fue consultado sobre si vieron algún plato volador su respuesta fue negativa.

El padre de Encuentros cercanos del tercer tipo

Más allá de que Encuentros Cercanos del tercer tipo hoy sea un concepto asociado a Spielberg, especialmente por la película, su definición fue acuñada por otra persona. Se trata del doctor en astrofísica J. Allen Hynek, quien estuvo presente durante algunos días del rodaje. Según contó McLean, Hynek “daba seminarios en el que podíamos hacerle preguntas y creía totalmente en los platos voladores”. Además, explicó que el científico decía que no hay pruebas de los contactos con la vida en otros planetas porque “no se acercan demasiado” ya que saben que los humanos somos “muy violentos”.