Si hay algo por lo que se caracterizan los Premios Óscar es por su nivel de organización. La Academia comienza los preparativos para la gran fiesta del cine mucho antes, incluso, de saber cuándo será la fecha en la que la celebrarán.

De hecho, eso mismo sucedió este año: aún sin saber si iban a poder recibir a los nominados a los Premios Óscar 2021 presencialmente, desde Hollywood se confirmó que, bajo medidas protocolares y el uso obligatorio del barbijo, quieren celebrar una velada sin contar con las transmisiones vía streaming. Tal es así que, en esta temporada de premios marcada por el coronavirus, la Academia dará la nota discordante.

La red carpet de los Premios Óscar en plenos preparativos el año pasado. Foto: (Getty)

La red carpet de los Premios Óscar en plenos preparativos el año pasado. Foto: (Getty)

Sin embargo, una vez más, durante la celebración, que se llevará a cabo en la estación de trenes Union Station de Los Ángeles, no habrá ningún presentador. Esto es algo que viene sucediendo desde 2019 cuando Kevin Hart fue obligado a renunciar a su puesto tras que se conocieran mensajes suyos con tinte homófobo.

Fue tal la repercusión que tomó el caso de Hart que, a pocos días de llevarse a cabo los Premios Óscar de 2019, no pudieron conseguir un reemplazo y, de manera forzosa, dejaron que la ceremonia fluya. Pero, fue tal el éxito que cosecharon en cuanto a audiencia que, desde ese año, se convirtió en la nueva identidad de los Óscar, la cual excusan que es con el fin de “darle más protagonismo a los que entregan los premios”.

No obstante, mucho antes de que el paradigma de la fiesta más grande del cine cambie por completo, cada velada contaba con un presentador. Entre ellos se encuentran Anne Hathaway y James Franco, quienes estuvieron al frente del Dolby Theatre en 2011 y quedaron grabados en el imaginario colectivo.

James Franco y Anne Hathaway en la presentación de los Óscar. Foto: (Getty)

James Franco y Anne Hathaway en la presentación de los Óscar. Foto: (Getty)

Por más que ahora se trate de dos actores en el nivel máximo de su carrera, hace diez años, estaban recién en lo que, se podría considerar, sus inicios. A pesar de que quizás no era el mejor momento de su carrera, ambos aceptaron el desafío para convertirse en “las nuevas caras jóvenes de Hollywood”.

Pero, David Wild, quien fue uno de los guionistas en los Premios Óscar de 2011 contó para The Ringer que esta dupla no cumplió con sus expectativas. “Fue como la cita a ciegas más incómoda que puedas imaginar entre el chico fumeta del instituto y la adorable animadora”, dijo y, también admitió que, antes de llegar a ellos, el primero en la lista era Justin Timberlake.

James Franco y Anne Hathaway arruinaron los Óscars 2011. Foto: (Getty)

James Franco y Anne Hathaway arruinaron los Óscars 2011. Foto: (Getty)

La ceremonia de aquel entonces empezó para atrás. Hathaway estaba visiblemente nerviosa, mientras que Franco no paraba de presumir de haber conseguido una nominación un año antes por su papel en 127 horas. Y, fue justo en ese momento, cuando la poca química de los dos intérpretes empezó a quedar en evidencia.

Aún así, Wild reconoció que la predisposición que tuvieron tanto Anne como James fue totalmente distinta. Por su parte, ella siempre se involucró en los guiones, atendía el teléfono, se reunió con los productores de la gala, pero él “siempre parecía que estaba en un vuelo, era imposible contactarlo”, aseguró el guionista.

Los actores aceptaron el desafío a pesar de que no era el mejor momento de sus carreras. Foto: (Getty)

Los actores aceptaron el desafío a pesar de que no era el mejor momento de sus carreras. Foto: (Getty)

Asimismo, los invitados de aquella noche recordaron la velada con cariño, por más que haya sido la única en la que se consiguió romper con años de profesionalismo en la ceremonia más importante de la industria cinematográfica. Aunque, esto consagró a la edición de los Premios Óscar 2011 como una de las más surrealistas e imprevisibles.