Luego de tres años de espera, la segunda parte de Mirreyes vs. Godinez pudo ver la luz estrenándose en Vix+. La secuela manda a los personajes a un retiro de convivencia en el cual habrán de poner a prueba sus simpatías, intolerancias y propias personalidades. Alguien que no podía faltar es Conan, interpretado por Christian Vázquez.
El actor guarda un cariño especial por el godín al que da vida en la película. Le tiene mayor aprecio después de lo que ha representado la pandemia. Quiere mucho a Conan porque además le ha permitido reconectarse con el público tras dos años de emociones alteradas por culpa del virus.
Conversamos en Spoiler con él para ahondar en el retorno de ‘el Conan’, su evolución y cambios evidentes que van de la mano con el paso del tiempo.
Entrevista con Christian Vázquez, ‘el Conan’ en Mirreyes vs. Godinez 2: El retiro
Tengo que preguntarte por alguien a quien conoces muy bien. Me refiero a Conan. ¿Cómo está? ¿En qué ha cambiado en los últimos tres años?
¡Ay, el Conan! Pues ha cambiado muchísimo. Le está pegando un poco el tema de la edad. Empezó a agarrar los vicios, específicamente el cigarro. Pero después de todo sigue siendo genuino, transparente, fiel a sí mismo. Tanto Christian como Conan han bailado y han madurado en estos tres años. Yo, como actor, voy bien. Conan, como godín que es, a’i la lleva, a’i la lleva.
¿Qué motivación tuvo para cambiar de look? Lo vemos con un aspecto que no conocíamos. ¿Qué le pasó?
Es que se ve afectado por el tema de la edad, le pega la cuestión de ser un chavorruco. Esa jovialidad que tenía contrasta con el temor que ahora tiene de envejecer. No sé si fue consejo de una tía o de un tío, pero se hizo los rayitos porque cree que así se quita unos añitos de encima y se ve más chavo.
También es un look que va muy acorde a la personalidad de Conan. Es un tipo genuino, auténtico. Hace este tipo de cosas porque le nacen, le gustan. Es quien es. Habrá algunas personas que le critiquen sus rayitos y otras que lo aplaudirán. Pero lo importante es que si él se siente a gusto con eso, él va a estar bien y cómodo. Ése es Conan.
Tan siente que se le va la edad que no quiere desperdiciar nada y es capaz hasta de esconder el pomo para calmar la sed en el retiro.
¡Pero se lo confiscan! Le quitan el chupe a él y a todos. Lo cierto es que, pese a que le pega la edad, procura mantener su espíritu rebelde, de libertinaje. Quiere pasarla bien, estar con sus amigos. Para él son muy valiosos sus amigos, es fiel a ellos. Es muy protector con los suyos, por eso siempre quiere que también se la pasen bien. Busca la forma de arrancar risas y sacar a la gente de su zona de confort, por eso se la pasa cabuleando todo el tiempo.
Es un tipo que no va a cambiar nunca, salvo por los vicios que empieza a adoptar. Eso lo hace interesante porque, a pesar de los cambios, él ve la manera de hacer equipo y sumar en lo laboral. Recordemos que lo ascienden, entonces se da cuenta de que es mucho trabajo y no todo es puro relajo. Está descubriendo que madurar cuesta. Ya no es un niño, así que comprende que existen consecuencias ante ciertos actos. Conan es imperfecto, como cualquier persona, y con sus contradicciones bien marcadas. Por ejemplo, pintándose rayitos o queriendo meter un pomo.
Mirreyes vs. Godinez tiene una particularidad respecto a otras películas mexicanas: la primera parte se estrenó poco antes de la pandemia y la segunda parte se estrena cuando pasó lo crítico de la pandemia. En otras palabras, un antes y un después de la vida godín que conocimos y conocemos en el marco de una pandemia.
Un paralelismo interesante. Todo el camino de Mirreyes vs. Godinez ha sido tortuoso por lo inesperado de algunos sucesos. La primera estuvimos a punto de no hacerla porque ocurrió el sismo. La situación no era la mejor para filmar y se pensó en posponer el trabajo hasta 2018, pero finalmente hubo las condiciones para hacerla en 2017 y pudiera estrenarse en 2019.
Después del éxito que tuvo la primera íbamos a hacer la segunda de inmediato, pero llegó la pandemia. Entonces se paró todo. Tuvimos que encerrarnos en nuestras casas hasta que hubiera luz verde para comenzar las grabaciones. Eso fue posible hasta 2021. Apenas estamos estrenándola en este 2022. No ha sido fácil.
Todo este proceso nos ha enseñado a valorar lo que es el trabajo y lo que es tu compañero en un set al hacer lo que tanto nos gusta. Como actor he notado más complicidad, más hermandad al grabar. Muchos hemos tomado conciencia sobre dónde estamos parados y qué es lo que estamos haciendo. No somos los mismos después de la pandemia, como que nos cambió en algo para bien.
En lo concerniente a Mirreyes vs. Godinez 2, me agrada ver que hay público al que le hace pasar un buen rato. Me gusta mucho cuando en la calle alguien me ve como Conan y piden que me aviente alguna cábula o un chiste. Es muy bonito que me paren diciéndome “Conaaan” porque eso significa que valoran mi trabajo. Me entusiasma que la gente se reconectó con los personajes. Construimos algo con buenos cimientos.