La actuación de método y Christian Bale son dos cosas que van de la mano. Al actor que supimos ver en producciones como la trilogía de Batman de Christopher Nolan o en la reciente Ford vs. Ferrari de James Mangold le encanta mimetizarse con los personajes que interpreta. Cuando hizo American Psycho, por ejemplo, no solo tuvo el mismo régimen alimenticio y de ejercicios que Patrick Bateman, sino que hasta se arregló la dentadura para que estuviera perfecta, como debía ser este protagonista.

Pero hubo una situación en la que todo fue demasiado extremo. En 2004, cuando todavía no se lo había visto vestir el traje del Caballero de la Noche en Batman Begins, Christian Bale fue contratado por Brad Anderson para ponerse ser el protagonista de El Maquinista, un thriller psicológico en donde prácticamente nada es lo que parece y en donde nos encontramos con un personaje completamente roto por las circunstancias que iremos conociendo a medida que el film avance.

En El Maquinista, Trevor Reznik (Christian Bale) es un hombre que trabaja en una fábrica y que tiene una vida sin norte. Consumido por el estrés y algunos problemas que desconocemos, está completamente desnutrido. Para colmo, esta falta de alimentación le provoca trastornos de sueño y hasta empieza a tener problemas para distinguir la realidad de la fantasía. Si algo recordamos muy bien de este film, además de la inesperada resolución, es el estado físico del protagonista.

Para convertirse en Trevor Reznik, Christian Bale siguió una estricta dieta en la que durante los meses del rodaje solo comía una manzana y una lata de atún por día. Además, consumía pastillas como las que toman los fisicoculturistas para deshidratarse y que se les marquen los músculos. El resultado fue un personaje que llegó a pesar menos de 50 kilos. Para un hombre que mide cerca de 1,83 metros, está claro que es un número excesivamente bajo.

+Los trabajos en el set con Christian Bale

Durante el rodaje de El Maquinista, la dedicación de Christian Bale jamás flaqueó (¡ja!). El actor británico no puso en duda su dieta por lo que desde la producción tuvieron siempre que pensar en alternativas para contenerlo. Por eso, siempre hubo un equipo médico que lo siguió de cerca para saber hasta qué punto podía llegar este artista sin que se viera afectada su salud de forma irrecuperable. En total llegó a bajar casi treinta kilos para convertirse en Trevor Reznik.