Esta semana se estrena la nueva película de Steven Spielberg, el director de obras maestras como Tiburón, E.T.: el extra-terrestre o Jurassic Park, por mencionar algunos casos. En esta oportunidad, el realizador eligió hacer una remake de un clásico musical, considerado tal vez uno, sino el mejor, de todos los films encuadrados dentro del género. Se trata de West Side Story, película lanzada en 1961 a partir de la obra creada por Arthur Laurents y compuesta por Leonard Berstein para Broadway.

Se trata del primer musical que Spielberg realizó en toda su carrera y, según detalló en una entrevista con Alexis Puig, lo eligió porque es una pieza que lo acompañó toda su vida y era su musical “favorito” desde que lo escuchó por primera vez. Además, señaló que fue igual de importante para sus hijos que hacían lipsync al compás de sus canciones, así como también explicó que su mensaje era muy importante en un contexto como el actual, cargado de divisiones culturales.

West Side Story, se planteó como una remake a la que Spielberg logró imponerle su sello. No lo hizo solo desde el plano de la dirección, con tomas alucinantes para los distintos números musicales, sino que también logró reforzar algunos mensajes que ya estaban en la obra original. El que más se destaca es el de la historia de Anybody, personaje que en la película de 1961 fue encarnado por Susan Oakes y en esta oportunidad fue responsabilidad del actor transgénero, no-binario, Iris Menas, quien tuvo su propio espacio para explicar por qué quería (y se merecía) ser parte de los Jets, a pesar de ser rechazada.

La dupla compuesta por Ansel Elgort y Rachel Zegler como protagonistas de la remake está muy bien elegida y mantiene viva esa llama que habían encendido hace cinco décadas Natalie Wood y Richard Beymer. El primero había tenido alguna mínima oportunidad para demostrar su talento como bailarín en Baby Driver, y aquí demostró todo el talento que tiene. Zegler, por su parte, debutó como actriz y a pesar de la presión que significa hacerlo en un film como el de Spielberg, lo hizo con creces, y hasta despertó rumores de nominación al Óscar para algunos especialistas.

El homenaje a Rita Moreno

En 1961, West Side Story se quedó con 10 de las 11 nominaciones al Óscar que tuvo, donde solo perdió la categoría a Mejor Guion Adaptado. Entre los ganadores, además de llevarse el premio a la Mejor Película, estuvo Rita Moreno, que triunfó como Mejor Actriz de Reparto. Spielberg decidió convocarla para darle un espacio que en el film original había sido responsabilidad de Ned Glass. Moreno interpretó a la esposa del Doc (Glass) y fue la que estuvo a cargo de la farmacia en la que se reunían los Jets, donde trabajaba Tony (Elgort). No solo tuvo su cameo sino que también pudo demostrar que su voz sigue vigente, con un pequeño número musical protagonizado por ella. Además, recibió un crédito como productora ejecutiva de la película.

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