En un fin de semana en el que se estima que se recaudó 63 millones de dólares, que equivalen a un 58% de lo que la taquilla recibió durante el mismo período pero en 2019, antes de que estallara la pandemia, todo indica que la normalidad vuelve de a poco. En este contexto, uno de los grandes estrenos de la semana que pasó fue Candyman, película dirigida por Nia DaCosta y centrada en la saga que protagonizó Tony Todd en la década del 90.
Ahora, con Yahya Abdul-Mateen II como el heredero del papel central que supo tener Tony Todd, la cinta consiguió un estreno más que auspicioso. Tal vez apoyado en la buena prensa que genera tener a Jordan Peele como guionista, que ganó un Óscar con Get Out y luego entregó Us, Candyman recuperó lo invertido en su producción en apenas unos días.
De acuerdo a números estimativos difundidos en Variety, Candyman costó alrededor de 25 millones de dólares. Este fin de semana, gracias a lo hecho en los Estados Unidos, donde superó las expectativas de recaudación, logró conseguir casi 23 millones de dólares en las boleterías. Se esperaba que en su fin de semana estreno solo consiguiera 15 millones en el mercado americano, pero la cifra se superó. Además, si se le suman los más de 5 millones conseguidos en el resto del mundo, se obtiene un total de 27.6 millones.
Yahya Abdul-Mateen II es el protagonista de la película. (IMDb)
Candyman logró superar a Free Guy, una de las películas que mejor posicionada venía en la taquilla, y gracias a esto dejó una importante marca. Nia DaCosta se convirtió en la primera mujer de color en dirigir un film que debute en el primer lugar de ventas en las boleterías. Ava DuVernay y Gina Prince-Blythewood habían estado cerca pero se tuvieron que conformar con un segundo puesto.
El mensaje social en Candyman
Como Jordan Peele acostumbra en cada uno de sus libretos, Candyman sirvió para tratar un tema muy sensible y actual: el racismo y la violencia policial. La película que escribieron Peele, DaCosta y Win Rosenfeld apoyó gran parte de la leyenda de Candyman en cómo había afectado a las personas de color de los barrios bajos de Chicago.
Los espejos, un elemento clave en la saga. (IMDb)
En este contexto, a pesar de ser una producción de terror, Candyman no se detiene demasiado en los sustos de sobresalto a los que tan acostumbrado está el género mainstream. En lugar de eso, prefiere incomodar, tanto con el mensaje como con algunas secuencias de manos cortadas y marcas en la piel. De todas formas, hay que destacar que esta producción que lleva la firma de Nia DaCosta no se caracteriza por ser excesivamente gráfica.