Con el estreno de The Crown, en noviembre de 2016, el Palacio de Buckingham no para de agarrarse la cabeza. A pesar de que la primera temporada parecía tranquila y, de hecho, la misma Reina Isabel se encargó de halagarla, a medida que fueron pasando los años y Peter Morgan fue incursionando en los distintos momentos que marcaron la vida de los Windsor, la serie empezó a sufrir todas las críticas posibles.
El Príncipe Felipe de Edimburgo, el Príncipe Carlos y el Príncipe William fueron los primeros en hablar de su descontento con The Crown. De hecho, a pesar de que en alguna ocasión afirmó que la serie le gustaba, el Príncipe Harry también habló de la parte mala de la serie: incluirlo a él en la historia, especialmente tras el fallecimiento de su madre, Lady Diana.
Sin embargo, a pesar de que todos los miembros actuales de la Casa Real seguirán atentos a lo que plasme la superproducción de Netflix, es justamente el duque de Sussex quien más tranquilo puede estar. En más de una ocasión, el director de la ficción afirmó que ni él ni su esposa, Meghan Markle, iban a formar parte de la serie, al menos no de momento, porque “todavía tienen mucho camino por recorrer”.
Pero ahora, la historia ha cambiado por completo y The Crown tendrá que revaluar sus planes si no quiere quedar por fuera de una de las decisiones más importantes que ha tomado Isabel II en el último tiempo. En el 2020, cuando comenzó el Megxit (nombre que se le otorgó al abandono de los duques de Sussex a sus deberes reales) mucho se especuló sobre qué pasaría con sus títulos y hasta privilegios.
Aunque, evidentemente, ser un miembro senior de la realeza británica no se pierde tan fácilmente y, fue eso mismo lo que salvó los derechos de Lilibet Diana, la pequeña hija del Príncipe y Meghan quien llegó al mundo el pasado 4 de junio. Esto se debe a que ayer por la tarde, la familia real decidió agregar a la hermana menor de Archie a la línea de sucesión al trono.
Desde su llegada al mundo, todos los expertos en lo que a la monarquía respecta se sorprendieron de que la recién nacida aún no ocupaba su puesto en la línea sucesoria. Pero, lo cierto es que, en los últimos nacimientos, exceptuando el del Príncipe Louis de Cambridge (hijo menor de William) quien fue añadido a la brevedad, la Corona tardó entre uno y dos meses en actualizar su página oficial.
Esto indica que no hay un tiempo estipulado para hacer la actualización realmente aunque, esto sí asegura que los hijos del duque de Sussex sí tienen sus derechos reservados ante la corona y, para llegar a la actualidad, The Crown debería comenzar por el principio: el casamiento de Harry y Meghan. “La sucesión al trono está regulada no solo por la decendencia, sino también por el estatuto parlamentario. El orden de sucesión es la secuencia de los miembros de la Familia Real en el orden en que se colocan en la fila para el trono”, se lee en el sitio oficial.
Es decir, a pesar de que es de imaginar que ni Archie ni Lilibet llegarán al trono, al menos no en lo que a la línea sucesoria respecta, sí forman parte de ella por lo que también son miembros senior de la realeza. Así que, para no dejar de lado este momento histórico, The Crown debería alargar su serie y hacer más de seis temporadas.