No importan los problemas que atraviesen o los ataques que sufran, para la monarquía británica, la serie The Crown siempre va a ser su punto débil. Esta creación de Peter Morgan, que cuenta en detalle la vida de todos los Windsor hizo tambalear, más de una vez, los cimientos del Buckingham Palace y, poco a poco, los integrantes de la familia Real fueron reaccionando al contenido publicado por Netflix.

Más allá de que la Reina Isabel y su recientemente fallecido esposo, Felipe de Edimburgo, siempre se negaron a ver The Crown, fueron informados más de una vez sobre lo que la serie contó sobre su vida y, al darse por enterados, nunca dudaron en admitir su malestar. Sin embargo, el equipo creativo de la serie siempre hizo caso omiso a las palabras de Sus Majestades y siguieron adelante con su trabajo.

Es más, además de estar trabajando en la búsqueda del elenco para poner en marcha la quinta temporada, Peter Morgan ya confirmó que The Crown tendrá también una sexta entrega. “Para hacer justicia a la riqueza y complejidad de la historia debemos hacer seis temporadas”, dijo en su momento el director.

Y, sin dudas, quien no se mostró conforme con esta decisión es el Príncipe Carlos, el primogénito de Isabel II y Felipe de Edimburgo. Es que, justamente, tanto la quinta como la sexta temporada estarán enfocadas en las deslealtades del legítimo heredero al trono hacia Lady Di y su relación con Camilla Parker Bowles en los años previos y posteriores a la muerte de la Princesa del pueblo.

 

Al parecer, Carlos de Gales está sufriendo la misma difamación que su padre Felipe. A pesar de que tanto el duque como su hijo fueron infieles confirmados a sus esposas, en The Crown nunca mostraron su trabajo y devoción a su pueblo ni mucho menos sus horas de servicio a la comunidad que los admira y respeta como nadie en el mundo. De hecho, el padre de William y Harry es uno de los miembros reales menos queridos por los británicos.

Por la última reacción del padre del Príncipe Harry, se presupone que la serie de Netflix tuvo más fuerza que sus 72 años como aristócrata. Es que, Carlos tuvo que desactivar los comentarios en Twitter al recibir mensajes hirientes, la mayoría dirigidos a su esposa, quien es la que peor queda parada en esta historia.