"¡No me simpatizas!", fue una frase característica de Kiko en El Chavo del 8. El personaje se destacaba por ser un niño malcriado, egoísta y consentido, aunque también dueño de un gran corazón. Carlos Villagrán, el actor que lo interpretó, deberá mostrar un lado más dialoguista en el nuevo camino que emprenderá: está en conversaciones para postularse como candidato en las próximas elecciones de Querétaro

El artista de 76 años se mantuvo por fuera de la política en toda su carrera, en la que tuvo éxito internacional en Latinoamérica por su trabajo en el programa de Chespirito. En 2018 anunció su retiro de los escenarios después de 48 años con su icónico personaje y comenzó a trabajar en otros proyectos. 

 

 

El Chavo del 8: Kiko está cerca de postularse como candidato en Querétaro

 

Si bien en principio no fue su intención ocupar cargos públicos, el partido Querétaro Independiente le propuso ser candidato en las próximas elecciones locales de 2021. María Concepción Herrera, presidenta de la institución, lo confirmó en las últimas horas y sostuvo que el actor vio con buenos ojos la posibilidad: "Ha mencionado que tienen la intención de participar, no han determinado hasta este momento qué candidatura o qué cargo quisiera. Están de manera muy interesada en participar en el proceso electoral".

Carlos Villagrán junto a Roberto Gómez Bolaños en El Chavo del 8

Carlos Villagrán junto a Roberto Gómez Bolaños en El Chavo del 8

Del mismo modo, Villagrán se expresó al respecto, reconoció las negociaciones y dijo estar abierto a escuchar propuestas. "Ni me había pasado por la mente una cosa así. Mi trabajo es totalmente distinto: hacer reír, vestirme de Kiko y todo ese tipo de cosas. Por amabilidad, por ser una persona decente, tengo que dejar hablar a la gente y después decirle mi decisión, si podría ser capaz de ocupar un puesto”, indicó en El Universal Querétaro. 

 

 

El actor nacido en Ciudad de México también compartió su visión de la política y el papel que deben tener sus funcionarios. "Los políticos no deben ver para sí mismos. Es cuando sienten que tienen poder que los políticos llegan a distorsionar y corromper sus funciones. La realidad es que quienes resultan electos lo que reciben es la obligación de servir al pueblo", concluyó.