El capítulo 11 de la temporada 6 de Better Call Saul, que lleva el atractivo título de Breaking Bad, marca el momento en el que finalmente ambas series se unen en cuanto a su temporalidad. Por un lado trae de vuelta a Walter White y Jesse Pinkman, pero también desarrolla el comienzo del final de Saul respecto a su destino en Breaking Bad. ¡Un momento imperdible para los seguidores de ambas ficciones!

El episodio se titula Breaking Bad no por la participación de Bryan Cranston y Aaron Paul en sus icónicos personajes de Walter White y Jesse Pinkman, sino más bien por el regreso del protagonista de Better Call Saul a sus viejas malas costumbres y todo llega con una inesperada revelación para este abogado: Kim sigue viva y se encuentra en Florida. Ella fue a lo largo de la serie de TV la compañera ideal para Saul.

Falta poco para el final de Better Call Saul, seguramente una de las mejores ficciones de los últimos tiempos construida en base a su serie madre, Breaking Bad, pero con mérito propio gracias a la personificación de Bob Odenkirk que le dio a su personaje todo lo que necesitaba para brillar en un universo donde lo legal y lo ilegal van de la mano para darle forma a una trama que sorprende en cada esquina… como con la noticia de Kim.

Claro, estamos hablando del personaje que durante las seis temporadas de Better Call Saul sirvió como el sostén de Jimmy pero también hizo las veces de cómplice de Saul y fue la partida de Kim lo que terminó de cimentar el destino de Jimmy. Ahora Saul la busca incansablemente y una escena del nuevo episodio del show da cuenta de la impaciencia que le genera esta situación al protagonista.

Falta poco para llegar al final de la precuela de Breaking Bad y en estos momentos somos testigos de lujo de cómo Gene regresa al mundo de las estafas de Jimmy/Saul para dirigirse directamente a ese mundo oscuro donde lo aguardan inesperadas situaciones que terminarán por moldear ese personaje que todos disfrutamos en la serie madre de Better Call Saul, protagonizada brillantemente por Brian Cranston y Aaron Paul que hoy vuelven a decir “hola” en un cameo glorificado.

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