A mediados de febrero, Netflix estrenó una de las mejores series de comedia de su catálogo: División Palermo. Creada por Santiago Korovsky, está centrada en la ya extinta Guardia Urbana, una fuerza que se creó para asistir a la policía de la Ciudad de Buenos Aires y que ayudó en tareas menores con los civiles.
Repleta de momentos divertidos y con un humor que todo el tiempo juega con el límite de la corrección política, División Palermo fue una grata sorpresa de la N roja al punto de que todo el mundo está pidiendo por una segunda temporada. Mientras esperamos su confirmación, te recordamos los tres momentos más divertidos que dejó la primera entrega.
+Top 3 de momentos graciosos en División Palermo
3 – La anécdota de Johnny entrando de incógnito
Hernán Cuevas es Johnny. (Netflix)
En uno de los episodios, Felipe necesita conseguir un papel con datos de los distribuidores de un depósito pero no se lo dan. Por eso, Johnny se infiltra en el galpón y conversa con un empleado descontento por su sueldo que, lejos de querer enfrentarlo, le da lo que le pide. Claro que al recordarlo, Johnny le agrega algunos detalles a loMisión Imposible.
2 – Presentación con la pelota imaginaria
Es uno de los momentos iniciales de División Palermo y deja bien en claro cuál será el tono de toda la serie. Miguel Rossi quiere que todos se conozcan y por eso crea una dinámica de ablandamiento, como si fuera una clase de teatro, en donde se pasan una pelota imaginaria y se presentan. Humor del bueno.
1 – Dúo en el patrullero
ME HACES TANTO BIEN vuelve a NETFLIX en esta ocasión en la serie argentina DIVISIÓN PALERMO dirigida p @santikorovsky para @CheNetflix Os invitamos a verla y estamos atentxs a vuestros comentarios ❤️❤️❤️❤️
Martín Garabal y Charo López tuvieron algunos de los mejores momentos de División Palermo. Pero si hablamos del primero de los dos, hay que hacer referencia al capítulo que Esteban comparte el patrullero con Felipe. Todo el recorrido que hacen, hasta llegar a cantar “Me haces tanto bien” de Amistades Peligrosas es di-ver-ti-dí-si-mo.