Cuando la plataforma de streaming todavía no tenía el nivel de popularidad de hoy en día y las series tardaban en ser comentadas, volverse populares e instalarse en redes, Netflix tuvo un lanzamiento que pasó un tanto desapercibido. Ni las grandes críticas recibidas (un 81% de aprobación para su primera temporada en Rotten Tomatoes) bastaron para que la audiencia se volcara masivamente a verla. Tampoco fueron suficientes las estrellas de Hollywood que formaron parte de este relato.

Estamos hablando de Bloodline, una serie protagonizada por Ben Mendelsohn y Kyle Chandler en la que los dramas familiares fueron el eje. Ambientada en una de las zonas más ricas de Florida, se centró en una poderosa familia dueña de un complejo vacacional, cuyo prestigio se vio arruinado por un crimen que comenzó a salpicar cada vez más lejos a los distintos miembros de este grupo. 

Como si no alcanzara con hablar de un homicidio, de engaños y de coartadas inventadas, a esta historia hay que sumarle también la cuota del narcotráfico y las adicciones. Porque sí, también había tiempo para explorar otras vertientes en Bloodline, donde los dilemas internos de los personajes eran contados tanto para profundizar en las historias de cada uno de ellos, pero que de alguna forma u otra trastocaban al hilo narrativo principal.

Mendelsohn, antes de llegar a Marvel. (IMDb)

Mendelsohn, antes de llegar a Marvel. (IMDb)

Si faltaba agregarle detalles para convencerte de verla, te contamos que Chandler y Mendelsohn no son las únicas caras conocidas. Aparecen también figuras como Linda Cardellini (Freaks and Geeks), Sissy Spacek (Carrie) y hasta John Leguizamo se suma. Las tres temporadas están compuestas por un total de 33 episodios (solo la primera es más larga, con 10 en total), cada uno de alrededor de una hora de duración.

El actor Bloodline que luego brilló en It

Además de las caras conocidas que se vieron en esta serie, también apareció un joven proyecto de Hollywood. Se trata de Owen Teague, quien tuvo que encarnar tanto a la versión joven de Danny Rayburn, el personaje de Mendelsohn, como así también a su hijo Nolan. Años más tarde, este artista sería parte de uno de los largometrajes de terror más taquilleros de la historia, It: Capítulo 1, en donde encarnó a Patrick Hockstetter, uno de los bullies de la escuela.