La llegada de Succession al pilar de las series aclamadas de HBO se tomó sus años. Estrenada originalmente en junio de 2018, tuvo que esperar un largo tiempo para alcanzar carácter de masividad, algo que quedó en evidencia antes del lanzamiento de su tercera temporada el pasado 17 de octubre. El show encabezado por Brian Cox y Jeremy Strong ya es uno de los mejores de los últimos años, y las novedades en torno a su futuro estaban al caer.

Con la nueva entrega centrada en el cruce entre Kendall (Strong) y Logan (Cox) en torno al control de Waystar-Royco pero también con la Justicia de por medio, ya se emitieron los dos primeros episodios. Los diálogos creados por el equipo comandado por Jesse Armstrong (creador y showrunner de la serie) dejaron una vez más en evidencia el talento de todos los involucrados.

Esta jornada, la vicepresidente ejecutiva de programación de HBO, Francesa Orsi, anunció que Succession había recibido luz verde para una cuarta temporada. A la actual le quedan por emitirse siete episodios y concluirá su recorrido dentro de casi dos meses. El primero de sus capítulos fue visto por cerca de 1.4 millones de espectadores tanto a través de la señal de televisión como por la plataforma de streaming HBO Max.

El futuro del cruce entre Kendall y Logan Roy

Como se sabe, la tercera temporada de Succession continuó la batalla legal entre Kendall Roy y su padre, Logan Roy, luego de que ese último quisiera convencerlo de que se sacrificara por la empresa. La muerte de uno de los empleados de alto rango de Waystar-Royco sacó a la luz denuncias por abusos y muertes en la línea de cruceros de la empresa, y con la necesidad de tener un chivo expiatorio de peso, Logan quiso convencer a Kendall de autoincriminarse.

Sin embargo, la sucesión de eventos que lo dejaron ninguneado por su padre hicieron que Kendall prefiriera denunciarlo y enfrentarlo de manera pública. Esto trajo un severo arrastre de acciones y accionistas completamente incómodos ante la posibilidad de perder dinero, con ganas de quitar de raíz a la familia Roy de la empresa. Figuras como las de Adrien Brody, como el accionista Josh Aaronson, y Alexander Skarsgård  como el desarrollador de tecnología Lukas Matsson serán claves en el futuro de los Roy.