La lucha feminista traspasó fronteras, sociedades y hasta llegó a la industria al punto de que muchas actrices se convirtieron en un ícono de la búsqueda de los derechos de la mujer. Y, uno de los claros ejemplos es Elisabeth Moss, quien le da vida a June en The Handmaid´s Tale, la serie de HULU donde el único deber de la protagonista es tener hijos que luego le serán arrebatados.

No dejes que los bastardos te opriman” es la frase que el personaje de Moss talla en la pared en The Handmaid´s Tale. Esta novela homónima de Margaret Atwood en la que se basa la serie lleva la misoginia, el odio de género y el patriarcado al otro extremo por lo que, la manera en la que June sale adelante y pone en práctica su propia escritura es lo que la convirtió en un ícono de la lucha feminista.

Aunque, con su papel de Peggy Olsen en Mad Men, Elisabeth Moss también empezó a resaltar entre las actrices. Es que, en esta ocasión, interpretó a una mujer que lograba hacerse camino en el ambiente machista de una agencia de los sesenta. Sin embargo, la realidad en la que vive es muy diferente a la que le pone la piel.

Es que, al igual que otros actores, Elisabeth forma parte de la Iglesia de la Cienciología, la cual fue denunciada en muchas ocasiones por tener prácticas abusivas, homofóbicas y misóginas. Torturas, aislamiento total de quienes dejan el culto, mujeres obligadas a abortar o separadas de sus hijos al nacer y abusos sexuales son algunas de las causas que tienen abiertas este tipo de cultos.

Tal es así que, una vez más, “la realidad supera la ficción” ya que, la Cienciología es una práctica muy similar a lo que se muestra en The Handmaid´s Tale. Pero, el hermetismo es una de las tantas claves de este culto, por lo que fueron muy pocas las ocasiones en las que Elisabeth Moss habló al respecto: “yo no solo no hablo de mi religión, sino que no hablo de mi vida personal, no cuento con quién estoy de novia ni esas cosas”, aseguró ante The Daily Beast.

Pero, además del hermetismo y la discreción, la actriz es sometida a distintos tipos de reglas. Y, una de las que más resalta es la prohibición de volver a ponerse en contacto con personas que hayan “detractado” de esta religión, algo que quedó en evidencia en 2017 cuando Moss se retiró de la premiación de la Asociación de Críticos de Televisión en el instante en el que Leah Remini, ex creyente, subió a recibir el premio.

Fue la misma Remini quien, ante The Hollywood Reporter, explicó la actitud de la estrella de The Handmaid´s Tale: “Hay algo en la cienciología llamado la verdad aceptable. Significa que solo podés decir lo que es públicamente aceptable: Elisabeth cree que soy una persona supresiva porque me atreví a decir mi verdad en contra de la religión y, por eso, no se le permite hablar conmigo”. Esta es una de las políticas básicas del culto, la cual dicta que todos los que no formen parte de la iglesia, los que hacen algo en contra y hasta los que los denuncian son considerados PS.

No obstante, a pesar de las prácticas de tortura, donde por ejemplo algunos integrantes son obligados a trabajar sin descanso. Y, así como dijo Remini, las mujeres están obligadas a “darle sexo a sus esposos cuando ellos quieren” y hay interrogatorios “para liberar de los pecados” a los miembros de la Iglesia, Elisabeth Moss se considera feminista y una defensora de la comunidad LGBT.

También a The Daily Beast, la actriz sentenció: “Soy obviamente feminista y apoyo a la comunidad LGBT y creo firmemente que la gente debe hacer lo que quiere, amar a quien quiere, ser quien quiere. Y solo puedo hablar desde mi lugar”. Y, aunque muchos usuarios están interesados en saber si cambiará su opinión al ser parte de The Handmaid´s Tale, todo parece indicar que no está en sus planes.