Black Mirror es una de esas series que no puedes dejar de ver, a pesar de que ya lo hayas hecho cientos de veces, algo así como pasa con los videoclips de Britney Spears. La ficción se estrenó en 2011 cuando las redes sociales no eran lo que son hoy, pero de alguna manera su creador, Charlie Brooker sabía lo que se avecinaba. Facebook, Instagram, Twitter, TikTok modificaron transversalmente la manera en que se relacionan las personas e incluso cómo consumen contenido audiovisual, si también hablamos de la industria del streaming, en donde entran Netflix y Spotify, por ejemplo. 

Lo cierto es que la serie originalmente emitida para Channel 4 de Reino Unido se convirtió en un fenómeno que hasta académicos de las ciencias sociales analizaron. La propuesta de Brooker era original. Temporadas muy cortas con episodios que cuentan una historia tan trágica como atrapante vinculada, en mayor o menor medida, a la tecnología. Así la serie de antología llamó la atención de Netflix, que comenzó a producir sus propios capítulos para la temporada 3, 4 y 5 más un especial interactivo. 

Ahora bien, ¿cuál es la relación de Black Mirror con Britney Spears? En las últimas horas, la Princesa del Pop fue noticia porque se propuso declarar ante la corte de Estados Unidos para pedir la disolución definitiva de la tutela que su padre, Jamie  Spears, tiene sobre ella desde 2008. La cantante de 39 años contó en un extenso escrito cómo es la tormentosa vida que lleva desde hace años y en la que se le impide tomar sus propias decisiones como hacer uso de la fortuna que ella misma ganó con su talento. 

"Quiero que me devuelvan mi vida, he trabajado desde los 17 años. En este momento, no puedo dormir, ni soy feliz. Quiero tener un hijo, casarme y no me dejan. No puedo ir a ningún lado ni reunirme con alguien si no es en una oficina. Me siento intimidada y sola. Yo tengo derecho a usar mi voz", expresó la artista nacida en Misisipi. 

Su declaración estuvo acompañada, en todo momento, por fanáticos de diferentes partes del mundo que con el hashtag #FreeBritney lograron que la trágica situación de la cantante cobrara mayor interés y visibilidad. 

Volviendo a Black Mirror. Uno de los episodios llamado Rachel, Jack y Ashley Too posee cierto paralelismo con todo lo vivido por Britney. De hecho, en 2019, cuando vio la luz la temporada 5 se habló acerca de que Brooker podría haberse inspirado en la vida de la cantante para crear esta historia. 

La conexión de Black Mirror con la vida de Britney Spears 

Rachel, Jack y Ashley Too cuenta la historia de una adolescente que se obsesiona con la muñeca inteligente de su cantante favorita Ashley sin saber que la verdadera artista está pasando por el peor momento de su vida. Protagonizada por Miley Cyrus, el capítulo propone desmitificar la rutina que llevan los ídolos pop y mostrar la crueldad en la que se pueden ver inmersos, sobre todo si comenzaron su carrera desde muy pequeños, tal como es el caso de Britney Spears

El episodio aborda la otra cara de la fama y cómo aquellas personas que parecen ser tus amigos o tu familia se ven obnubilados por el dinero sin importar los sentimientos del artista, como si no fuera más que una máquina expendedora de billetes. Asimismo, llama la atención de los fanáticos y del público en general, que muchas veces, a través de las redes sociales, se pueden sentir apabullados por las fotografías de sus ídolos llegando a idealizar una vida que no siempre es como parece ser.

Sin dudas, este es un caso muy parecido al de Britney. Una joven artista que comenzó a trabajar a los 13 años ganando millones de dólares, de los que hoy ella casi no es dueña. La música en este nivel pareciera apoderarse del ser humano hasta dejarlo sin fuerza y trátandolo únicamente como si fuera un negocio.

En este sentido, el trágico camino recorrido por Amy Winehouse también posee cierta semejanza. De hecho, se supo que su padre la obligaba a salir al escenario en estados de salud deplorables. La lista de artistas que han pasado por esto es larga, pero ciertamente Brooker no tuvo mejor idea que hacernos reflexionar con un episodio, que quizá no está a la altura de los primeros, pero que pone en la mesa del debate una temática actual de la que pocos se atreven a hablar.