Los niños pueden ser unos monstruos. Un grupo de posibles delincuentes secuestra a la bailarina de 12 años, Abigail, hija de una poderosa figura del hampa. Todo lo que tienen que hacer para cobrar un rescate de 50 millones de dólares es vigilar a la niña durante la noche. En una mansión aislada, los captores comienzan a relajarse, uno por uno, y descubren, para su creciente horror, que están encerrados dentro sin una niña normal.

Si este fue el proyecto por el que Radio Silence abandonó la saga Scream, qué bien que así haya sido. El dúo de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett no sólo vuelve a demostrar que tiene un gran talento para concebir películas de terror; si no que también son capaces de incorporar aspectos de otros géneros para hacer aún más divertidas sus propuestas.

El humor y la exageración propia de las comedias, los personajes oscuros de los dramas policiales, el misterio de thrillers de suspenso. El combinado es amplio y para ambientarse en un espacio confinado, la historia nunca aburre.

Abigail es capaz de jugar con las reservas propias de sembrar incógnitas, lo suficiente como para cultivar la atmósfera y la intriga; para luego desatarse en un festín sangriento y excesivo, sin vergüenza alguna. Y al contrario de lo que muchos podrían pensar, no todo estaba dicho en el trailer. Hay mucho más para explorar y escenas contundentes con las que sorprenderse.

Abigail: ¿Cómo es la nueva película de terror?

El tacto con que se hace esta película combina lo mejor de lo que Radio Silence ya exhibió en Ready or Not y en Scream V. La recuperación de un espíritu muy ochenteno del entretenimiento, más la mirada despiadada y de desenfreno de los 90’s.

Por otro lado, mientras actualmente continúa una agotadora tendencia a explotar a los zombies en las películas y series del momento, aquí se opta por revitalizar la figura del vampiro.

Traer de vuelta al ser mitológico tan encantador y atractivo, como despiadado y sanguinario, parece un aire de frescura para el género y el retrato de la misma monstruosidad. Atentos a la música: El Lago de los Cisnes, de Tchaikovsky, nunca se escuchó tan deliciosamente siniestra como en esta película.

Con este ente entre manos, la película no teme a ser violenta, tampoco hace concesiones en torno a lo políticamente correcto. Es un combate encarnizado por la sobrevivencia, ante un demonio que se oculta tras la máscara de la infancia.

Esto es Let The Right One In en un romance con Evil Dead Rise y en infidelidad con Shaun of the Dead. O sea, en otras palabras, la frialdad del mito en la forma de una niña con la inequívoca y desvergonzada sed por el derramamiento de sangre y a la que además le gusta jugar con su comida; mientras una risa te alivia de lo que aparentemente puedes llegar a creer que resulte ofensivo.

Abigail simplemente es gloriosa para los fans de la comedia de terror con estómagos firmes, que el año pasado gozaron con entregas como Thanksgiving, de Eli Roth.