A punto de cumplirse 30 años de su estreno, Toy Story sigue estando en lo más alto de las películas realizadas por Pixar. Se podrá debatir si la primera o la segunda es la mejor, pero no caben dudas de que la historia de Woody y Buzz Lightyear es la mejor tanto por haberle abierto las puertas al estudio como por la calidad que tiene en sí misma. Lo interesante de este proyecto pasa por los aspectos que la definieron y se anclaron en la realidad.

Uno de los datos más llamativos de la primera Toy Story es que el primer villano, el primero que los fans detestaron por la forma en la que trataba a sus juguetes fue Sid, el vecino de Andy. Al día de hoy se sigue recordando esa fantástica secuencia de terror en la que todos los juguetes se revelaron contra el pequeño niño que intentaba experimentar con ellos, que concluyó con la advertencia escalofriante de Woody: “Juega bonito, Sid.

Basta con ver las imágenes de Sid y Andy para notar que hay un claro parecido entre los diseños de ambos personajes. De hecho, la mayor diferencia radica en que el antagonista tiene frenos, pero no es la única. Para moldear al pequeño diablillo que atacaba a todos los juguetes, el animador Dan Haskett, que trabajó en varios proyectos de Disney y Warner Bros., recurrió a una vieja colección de fotos entre las que encontró la imagen de un niño que no tardó en transmitirle lo que estaba buscando.

En una entrevista con Mirá A Quién Encontré, el animador contó cómo fue que trabajó en el diseño de Sid. “Me acordaba de una fotografía tomada por Diane Arbus, conocida por sus fotos extravagantes, atroces, de gente muy, muy rara. Había una en particular de un niño sosteniendo una granada de juguete. Tenía una mirada espantosa, una pose muy rígida, angular. Parece que está a punto de arrojar la granada esperando que explote. Me acuerdo de pensar: 'Ahí está el personaje, ése es Sid'. Y tomé un poco de ahí”, afirmó.

La teoría que defiende a Sid de Toy Story

A pesar de que nos criamos con la idea de que Sid era el claro villano, el que torturaba a los juguetes y se paraba en la vereda de enfrente de Woody y Buzz, hay una interesante teoría que se encarga de defenderlo. Es que, por más alocado que suene, algunos creen que el antagonista en realidad es la víctima de una postura completamente conservadora de Pixar, que busca que los niños respeten las reglas y nunca se salgan de los límites preestablecidos para su educación. Esta versión apoya su mayor argumento en la creatividad: los juguetes que están en el cuarto de Sid no son torturados sino que son mejorados y son una muestra de la imaginación que tiene este pequeño niño, para inventar nuevas formas de divertirse. ¿Tú qué crees?