Así como nuestros padres y abuelos lo hicieron con nosotros, ahora lo hacemos con nuestros hijos. Hablarle de Clint Eastwood a un chico de 15 años es una gran oportunidad de interacción entre generaciones y de perpetuar una conversación cinéfila que gira alrededor de un hombre que se convirtió en leyenda del cine. 

Las películas del señor Eastwood que nuestros viejos vieron en salas cinematográficas y nosotros vimos en una televisión gracias a los formatos Beta, VHS y DVD, ahora los adolescentes pueden encontrarlas en plataformas de streaming. Muchos desconocen de su existencia, pero esa accesibilidad a dichos contenidos es una gran excusa para sentarse junto a ellos, ver esos filmes y platicarlos.

 

El pretexto cabe a la perfección en este momento que se estrenó Cry Macho, título que motiva a los chicos para preguntar quién es Clint Eastwood y por qué se comenta tanto sobre su vigencia como actor y director. Tal inquietud proviene de buscar los estrenos en cartelera para ir al cine y no contemplan con agrado la idea de ver a un vaquero viejito, o “la historia acerca de estar perdido y encontrarse”.

Ante esa situación, aquí en Spoiler desglosamos películas de Clint Eastwood que pueden encontrarse en HBO Max y sirven como guía para que los más jóvenes se acerquen a la leyenda del cine y tengan antecedentes para ver Cry Macho, un título que atrae a muchos adultos porque puede ser la carta de despedida del hombre más rudo en la pantalla grande.

Magnum 44, Impacto fulminante, Sin miedo a la muerte, Sala de espera al infierno

Estas cuatro películas pertenecen a la saga sobre Harry el sucio, o mejor dicho sobre el detective Harry Callahan. Durante las décadas de los setenta y ochenta, Clint Eastwood personificó a este policía que impartía justicia a partir de sus propios métodos, mismos que se distinguían por ser poco éticos y violentos. Con su inseparable revólver, este hombre sin escrúpulos no se tentaba el corazón para dispararle a quien actuaba en contra de la ley. Se ganó el estigma de ser un tipo intratable, con cero remordimientos y árido de personalidad.

Los imperdonables

Obra maestra de Clint Eastwood como director. Se trata de un western noventero donde el actor retoma el icono de vaquero que lo identificó a lo largo de su carrera. En este caso, se presenta como Bill Munny, un retirado pistolero a sueldo que acepta volver a la carga para vengar a un grupo de prostitutas maltratadas por otros vaqueros enfermos de violencia, unos psicópatas. Aquí Eastwood dota a su personaje de cowboy con señales de expiación, arrepentimiento y deseos de cambiar de vida. De igual forma da avisos de que tiene sentimientos y quiere dejar atrás a ese pistolero rígido, agresivo y distante de afecto que fue durante muchos años. 

*En Cry Macho vuelve a vestirse de vaquero, no obstante, redimido. Mostró signos de deconstrucción en su papel de Bill Munny.

Gran Torino

Desprenderse del pasado y de una personalidad no es tan fácil. Conforme envejece, Eastwood intenta confrontarse a sí mismo. Con esta historia se olvida del detective y del vaquero  para dar vida a un viejo gruñón y enojado hasta con su propio ser. Pero detrás de ese carácter hay un hombre con intención de hacer lo correcto, así se trate de ir en contra de sus prejuicios y convicciones. Sin embargo, no puede dejar de usar armas, son parte de su ADN. Y no tiene reparo en usarlas con tal de proteger su auto.

Los puentes de Madison

¿Puede Clint Eastwood enamorarse? ¿Tiene corazón? ¿Es capaz de ser atractivo para una mujer? La respuesta es que sí. Increíble pero cierto, el actor y director provocó lágrimas en millones de espectadores con la historia de amor entre dos adultos que parecían tener la vida resuelta con sus sentimientos, pero no es así. Hasta la fecha, el final continúa provocando llanto en hombres y mujeres que se sienten reflejados en la trama.

*En Cry Macho, Eastwood se concede permiso para tomar una decisión distinta a la que tomó con el desenlace de Los puentes de Madison. Otro aspecto de su redención.

Un mundo perfecto

Vuelve a erigirse como un representante de la ley. La diferencia es que ya no quiere matar, se rehúsa a usar su pistola. Muestra de ello es cuando tiene ante sí la posibilidad de emplearla y se desiste a hacerlo, incluso se presenta desarmado ante el hombre al que bien puede disparar. Ese pequeño gesto, acontecido en el marco de un fugitivo que ha secuestrado a un menor que se encariña de él, puede ser valorado como un aviso de que no desea más balas en su camino.