El nombre de Terry Crews le puede esbozar una sonrisa a más de uno. Basta con pensar en una de las grandes sitcom de los últimos años, Brooklyn Nine-Nine, para entender que se habla de una figura del humor. El actor de 53 años también es host en America’s Got Talent y probablemente hayas visto varios videos de él reaccionando a los participantes que se suman a este reality show norteamericano.

Pero si de actuación se trata, la carrera de Terry Crews no hubiera sido la misma sin la figura de Keenen Wayans. El creador de In living color fue también el que le dio su primera gran oportunidad. Aparentemente, Crews le insistió en reiteradas oportunidades para que le diera trabajo en alguna de sus películas y así fue como encontró el espacio en la comedia “¿Y dónde están las rubias?”, del año 2004, en donde interpretó a Latrell.

Steven Bernstein, director de fotografía, conversó con Mirá A Quién Encontré y explicó cómo fue que se realizó la escena que le cambió la vida a Terry Crews: la del baile en la discoteca. “Eran todos bailarines profesionales a excepción de Terry. Le dijimos que iba a tener una cámara cuando empezara a bailar y que lo íbamos a reemplazar por un doble. Fue duro para Terry, contó sobre cómo iba a ser originalmente la secuencia.

Claro que no contaban con que Crews se había tomado la oportunidad muy en serio y, según señaló Bernstein, se entrenó como 4 meses para estar listo para la escena. “Empezamos la secuencia y Terry se puso a bailar así, sin remera. Nadie había visto algo así en su vida. En vez de parar, seguimos rodando”, recordó. Luego, agregó: “Al final de la toma, aplaudimos como locos. Después de eso se reescribió gran parte del guion para tener más de Terry, que se volvió una gran estrella”.

La coreografía con la canción de Vanessa Carlton

En “¿Y dónde están las rubias?” hay otra escena inolvidable con Terry Crews: la que Latrell se pone a hacer lipsync con la canción de Vanessa Carlton titulada “A thousand miles”. Bernstein explicó que esa escena salió bien en la primera toma y que hicieron algunas más pero “estaba en la primera toma”. En este contexto, reveló: “Todos esos movimientos con la cabeza que hace cuando mira a cámara… Fue increíble. Teníamos tres cámaras. Cuando terminamos, Keenen me miró y me dijo: ‘La tenemos””.