De Tangerine en adelante, Sean Baker se dedicó a pisar fuerte en los márgenes de la industria. El proyecto Florida lo posicionó en el mundo de los Óscars, gracias a la nominación que recibió Willem Dafoe como Mejor Actor de Reparto, por lo que todos estaban expectantes de lo que podía llegar a dar con su siguiente proyecto. En este contexto, apareció Red Rocket, una película de 2021 que sin tener lanzamiento en salas se hizo un lugar en los visionados de algunos cinéfilos.
Red Rocket se centra en la vida de Mikey Saber, una estrella del mundo del porno al que la edad le comenzó a cortar la carrera. No importan todos los premios que dice haber recibido, Los Ángeles le cerró las puertas y tuvo que volver a su pequeño pueblo de Texas, en donde intentó rehacerse a base de pequeños negocios un tanto turbios (lo que comúnmente se define como hustle). En este proceso, cruza su camino con Strawberry, una joven a punto de cumplir 18 años en quien ve mucho potencial dentro de la industria del cine para adultos.
Como ya había hecho en sus películas Tangerine y El proyecto Florida, Baker vuelve a sorprender con un gran trabajo para mostrar el costado más trash de la sociedad norteamericana. Lejos de hacerlo desde un lugar condescendiente o despectivo, lo hace con una lupa cargada de humanismo e inocencia que hacen que Saber rápidamente se gane el corazón de los espectadores con sus insólitos (y cuestionables) planes.
El póster de Red Rocket. (IMDb)
En el caso de Red Rocket, lo más importante del mensaje está puesto en lo que queremos ser. La bendita idea de que los sueños hay que perseguirlos y que siempre se cumplen es echada por tierra en esta historia de redescubrimiento, con un personaje que sin resignarse a ser la estrella del porno que supo ser, encuentra una nueva vocación, un nuevo objetivo de vida que puede devolverle lo que siente que le quitaron. Lejos de aleccionar, la historia de Baker (que coescribió el guion una vez más con Chris Bergoch) se encarga de presentar el debate y dejar una idea que resonará en la cabeza de la audiencia por un largo rato.
La fórmula de actores sin experiencia, una marca registrada de Sean Baker
Como ya hizo en más de una oportunidad, Sean Baker vuelve a recurrir a talentos que descubre en sus búsquedas en los márgenes de los castings. Esta vez, no solo fue una sino dos personas las que, a pesar de no tener experiencia profesional, fueron contratadas por el realizador. Por un lado, Ethan Darbone, un vecino de la expareja de Mikey que se se vuelve su amigo, y por el otro, Suzanna Son, que se pone en la piel de la pequeña Strawberry y demuestra todo el talento que tiene, tanto actoral como musicalmente.
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