Don’t Look Up es el nuevo éxito de Netflix que está en boca de las audiencias del mundo a través de su humor satírico que busca generar conciencia social. La película, que introduce a los personajes Randal Mindy (Leonardo DiCaprio) y Kate Dibiaski (Jennifer Lawrence), dos astrónomos no muy exitosos que descubren un asteroide que impactará con la Tierra y comienzan un raid mediático para que las personas hagan lo necesario frente a la amenaza.
La película es candidata para las siguientes entregas de Globos de Oro y premios Oscars donde buscará llevarse algunos galardones amparándose en su elenco de lujo y la trama original ideada por su director: Adam McKay. Netflix tiene plena confianza en este producto que ya está haciendo mucho ruido en el Gigante del Streaming como uno de los contenidos más vistos en el final de año.
¿En quién está basado el CEO de Don’t Look Up?
En ese sentido, algunos de los personajes de esta historia están basados en la vida real, una característica que destaca todavía más la condición de sátira del film creando personalidades caricaturescas que pueden ser reconocidas por el público en general en un instante. ¿Uno de ellos? El CEO de la compañía de tecnología ficticia Bash.
Hablamos del personaje interpretado por Mark Rylance: Peter Isherwell, que es el dueño de la compañía mencionada previamente y bien puede ser influenciado por la realidad misma. Su empresa comercializa smartphones de alta gama año tras año. Él es admirado casi como una divinidad por sus seguidores. Todo esto nos recuerda a la compañía Apple y al fallecido gurú tecnológico Steve Jobs.
En el film, Isherwell usa sus recursos para rastrear información personal de usuarios. Esto podría ser una referencia directa al escándalo que vivió Mark Zuckerberg con Facebook cuando presuntamente accedió a información de personas a través de sus plataformas. Lo cierto es que este personaje tiene el perfil de estos poderosos empresarios tecnológicos con perfil mesiánico e ideas revolucionarias como también puede ser la figura de Elon Musk.
