Hay películas que marcan un antes y un después en la historia del cine. De esta manera, se convierten en las favoritas de la crítica, de los espectadores y de los productores que crean universos para extender el fanatismo más allá de la cinta original. El Señor de los Anillos, la trilogía basada en las novelas de J.R.R. Tolkien, tuvo su estreno en 2001 y el próximo año regresará con una serie producida por Amazon Prime Video.

A pesar de tener dos décadas de antigüedad, estos largometrajes continúan siendo noticia gracias al recuerdo tan latente de sus seguidores y la buena voluntad de los miembros del reparto que siguen compartiendo anécdotas durante el rodaje en el set. Esta semana, el turno fue de Elijah Wood, quien protagonizó las películas en la piel de Frodo y que hasta el día de hoy es entrevistado por su participación en el éxito de Peter Jackson.

De esta manera, el actor estadounidense de 40 años reveló que uno de los orcos que se ven en el film estaba inspirado en la apariencia de Harvey Weinstein, el poderoso productor de cine que fue declarado culpable de violación y abuso sexual. En diálogo con el podcast Armchair Expert, Wood confesó que la máscara tenía un gran parecido con el dueño de la compañía que casi impide que la trilogía se llevara adelante.

Al parecer, la decisión de diseñar este personaje tenía que ver con una forma de expresar su malestar con las actitudes de Weinstein. “Se habló de esto hace poco porque Dominic Monaghan y Billy Boyd tienen un podcast, The Friendship Onion. Estaban hablando sobre el primer recuerdo de Sean Austin al llegar a Nueva Zelanda. Había visto estas máscaras de orco y una de ellas, y es algo que recuerdo de forma nítida, estaba diseñada para parecerse a Harvey Weinstein como una especie de forma de decirle ‘que te jodan'”, explicó el intérprete que le dio vida a Frodo.

Esta burla hoy es vista de otra manera: el productor cinematográfico ha sido sentenciado con 23 años de prisión tras ser denunciado por más de 80 mujeres que han relatado situaciones por demás desagradables. Más allá de su vida personal tan repudiable, en la industria nunca tuvo un gran apoyo: su compañía Miramax se equivocó al intentar suspender el rodaje de El Señor de Los Anillos y no supo visualizar el éxito que traería.