En la historia del cine italiano, hay un sinfín de películas y realizadores que se destacan por cómo marcaron a Hollywood y la industria a nivel mundial. Entre los lanzamientos más recientes, es imposible no hablar de producciones como Cinema Paradiso o La vida es bella, emblemas de la industria europea del siglo pasado, que se convirtieron en clásicos tan hermosos como densos en su temática. Sentarse a ver cualquiera de estas dos películas implica terminar con el corazón estrujado.

Escrita, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni, la producción se centró en una familia destruida por la segunda Guerra Mundial y la expansión nazi por Europa, arrasando con la colectividad de judíos que allí vivían. Encerrado en uno de los tantos campos de concentración creados durante el holocausto, un padre decide inventar un juego para que su hijo de apenas 5 años no sufra ni se alarme por la situación que atraviesan.

La vida es bella estuvo nominada a cuatro premios Oscar de los cuales se quedó con tres: Mejor Actor, Mejor Película Extranjera y Mejor Música. Vale destacar que había sido parte de la terna más importante en la que Shakespeare in love terminó quedándose con la estatuilla. Además, la película se quedó con el Gran Premio del Jurado en Cannes, así como también tuvo a Roberto Benigni condecorado como Mejor Actor en casi todas las ceremonias en la que participó.

Para quienes quieran ver esta producción y vivan en Latinoamérica, les contamos que pueden acceder a ella alquilándola a través de Apple TV, ya que salvo en algunos países como Argentina que la pueden ver en Movistar Play, no está disponible en otro servicio de streaming. En el caso de España, la oferta es mucho más accesible ya que La vida es bella forma parte de los catálogos de dos grandes servicios de streaming: Netflix y HBO Max.

+Cómo dirigieron a Giorgio Benigni para ser Giosuè 

Junto a Roberto Benigni apareció una de las grandes revelaciones del cine de ese año: Giorgio Cantarini, que fue casteado para ser Giosuè (años más tarde tendría su último gran papel en Gladiador). En diálogo con Mirá A Quién Encontré, el actor nacido en Italia contó cómo fue su charla con Benigni antes de rodar. “No intentaron explicarme los hechos históricos pero Roberto Benigni me contó la historia como cuando le cuentas un cuento a un niño: 'Es una historia con buenos y malos. Somos los judíos y somos los buenos. Somos los que tienen ropa a rallas. Los otros, los alemanes con ropa de soldado, son los malos. Tenemos que intentar escondernos de ellos, no hacerlos enojar'. Así que sí, simplemente así", recordó el actor.