El sueño de todo niño criado a base de los libros de Harry Potter que escribió J.K. Rowling era poder pisar Hogwarts y convertirse en un mago de verdad. Por eso, para actores como Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, el haber sido elegidos por la producción de Warner Bros. Pictures para darle vida al trío de protagonistas principales de la saga marcó un antes y un después en sus carreras. Lo curioso es que no todos ellos estaban en la lista de candidatos para el film.

Rupert Grint supo contar que, para ser elegido como Ron Weasley, no tuvo mejor idea que presentarse a la audición con un rap escrito por él mismo. El caso de Daniel Radcliffe, con quien luego pasó a trabajar más de una década seguida, fue completamente distinto. El niño que dio vida a Harry Potter no estaba en el listado de pequeños actores que se hicieron presentes en el casting.

Según explicaron desde Los Angeles Times, Radcliffe fue descubierto en una extraña situación, en un teatro de Londres. El productor David Heyman y el guionista Steve Kloves fueron a ver una obra en el verano del 2000 y se cruzaron con un pequeño niño que tenía todas las condiciones para ser el nuevo Harry Potter. Lo llamativo es que este niño ni siquiera estaba en el escenario.

Sí, Daniel Radcliffe era uno más de los espectadores cuando Heyman y Kloves lo distinguieron entre el público. Los realizadores contaron que notaron en Daniel que era “curioso, divertido y enérgico”, así como también detectaron que estaba “hambriento de saber”. Les tomó meses dar con el paradero de este pequeño artista en potencia, que pasó a convertirse en una figura de renombre mundial.

Cómo reaccionaron los actores cuando llegaron a Hogwarts

Está claro que para todo niño que se haya imaginado Hogwarts y luego la haya visto recreada en las películas de Warner Bros. Pictures, pisar ese mundo hubiera significado una emoción pura. Para los tres actores principales de Harry Potter fue así. El director de arte de las dos primeras cintas, Peter Francis, dialogó con Mirá A Quién Encontré sobre esta situación.

Gran parte del universo de Hogwarts se recreó de manera práctica y, a diferencia de producciones más actuales, no se recurrió tanto al CGI. Sin embargo, para Watson, Grint, Radcliffe y todos los artistas involucrados en el largometraje, esto no fue un problema. “A ninguno se le subió a la cabeza. Todos los actores estaban muy enfocados, algo increíble al ser niños”, destacó en la charla donde dijo que al principio, para los trabajadores del set era increíble entrar en ese mundo pero que luego, con el paso del tiempo, se acostumbraron.