Nacido en Sawbridgeworth, Hertfordshire, Stephen Greif asistió a la Royal Academy of Dramatic Art y se convirtió en miembro de la National Theatre Company en Old Vic y South Bank. El actor brilló en distintas producciones teatrales a finales de los 60 y comienzos de los 70 hasta que llegó una oportunidad única en la carrera profesional de este talento: la posibilidad de interpretar al comandante Travis en Blake 7.
Aquella primera experiencia frente a las cámaras se desarrolló entre 1978 y 1981, con Greif protagonizando junto a Gareth Thomas, Paul Darrow, Michael Keating y Sally Knyvette. Greif también interpretó a Harry Fenning en tres series de Citizen Smith, al signor Donato en Casanova y al comandante John Shepherd en Shoot On Sight. Ciertamente se sintió cada vez más cómodo como un actor de cine y TV además de su participación en teatro.
Un actor que vivió para su profesión
La filmografía de Stephen Greif incluye títulos como Doctors, Coronation Street, Tales of the Unexpected y EastEnders. Un rol que lo puso nuevamente en el centro de la escena fue para la icónica serie de Netflix, The Crown, que relata las vidas de la monarquía inglesa desde un punto de vista polémico. En esa producción el actor interpretó a Sir Bernard Weatherhill durante la cuarta tanda de episodios del show.
Su fallecimiento fue anunciado el lunes por Michelle Braidman Associates: “Con gran tristeza anunciamos la muerte de nuestro maravilloso cliente Stephen Greif”, decía el comunicado. “Su extensa carrera incluyó numerosos papeles en la pantalla y el escenario, incluso en el Teatro Nacional, RSC y en el West End”, remarcaron con precisión sobre la vida profesional de este actor que tuvo una carrera para el recuerdo.
Junto a Brian Cox. Foto: IMDb.
“Lo extrañaremos mucho y nuestros pensamientos están con su familia y amigos”, cierra el mensaje de Michelle Braidman Associates. En cuanto a la vida personal del intérprete y lo que dejó tras su paso por este mundo podemos decir que se casó en 1980 y el matrimonio tuvo gemelos en 1982. Además, Stephen Grief era un gran fanático del golf y en ese sentido llegó a ser presidente del Stage Golfing Society. Sus seres queridos lo extrañarán de la misma manera que la industria cinematográfica de Hollywood que perdió a un gran valor.
