Si bien Jada Pinkett Smith nunca ha mantenido un bajo perfil, lo cierto es que este año aquella característica se potenció aún más. Es que su nombre se convirtió en el título en todos los medios de comunicación luego de que Will Smith la defendiera ante una broma de Chris Rock en los Premios Óscar 2022, reaccionando incluso con un golpe en su rostro. Pero la polémica historia de la actriz no se limita tan solo a su presencia en la última entrega de la Academia. Por el contrario, atravesó una trágica historia de vida mucho antes de llegar a Hollywood.

Nacida en 1971 en Baltimore, Maryland, la artista ha sabido encontrar su lugar en la industria del entretenimiento con notorios papeles. Pero es innegable que aquello comenzó a resultar mucho más llamativo cuando en 1997 se casó con el protagonista de King Richard, con quien comparte dos hijos: Jaden y Willow Smith. Previo al inicio de aquella relación, cuando era apenas una niña, debió afrontar una complicada historia con su madre.

En diálogo con Popsugar, se refirió a su vínculo con Adrienne Banfield Norris, quien tuvo a Jada con solo 18 años. “No me enteré de que mi madre era adicta a la heroína hasta que era adolescente. Me daba cuenta cuando mi madre estaba drogada porque no podía llegar a tiempo a recogerme de la escuela o se quedaba dormida en medio de algo. Entendí que no era cansancio, sino que existía un problema de drogas”, relató la actriz.

Lo cierto es que hoy tienen una hermosa relación de madre e hija y aquella situación quedó en el pasado. Pero este no fue el único momento traumático en su juventud. Jada Pinkett también se ganó la atención del público gracias a su amistad con el rapero Tupac Shakur, que falleció en 1996 con solo 25 años. Su primer encuentro fue en la Escuela de Artes de Baltimore. Acerca de su relación, la intérprete explicó en conversación con Sirius XM: “Cuando conocí a Pac, yo era traficante de drogas”.

Más adelante, explicó en una entrevista con Access Hollywood: “Mi madre me sacó de Baltimore. Me sucedió algo realmente horrible de lo que ella se enteró. Un día empacó en el auto y me dijo: ‘Te vas de aquí’. Así obtuve una beca para ir a la Escuela de Artes de Carolina del Norte”. Su llegada a Hollywood no estuvo exenta de sobresaltos y el polémico episodio en los Premios Óscar puede dar fe de ello.