Es sabido que si hay algo que a George Clooney le sobra, además de dinero y tiempo, es sentido del humor. El actor ha contado numerosas historias de bromas que le ha jugado a sus amigos y es mundialmente conocida la batalla que tiene hace años con Brad Pitt, con quien se hacen chistes de todo tipo cada vez que pueden, sin importar sin el medio quedan involucradas figuras como Meryl Streep.
El actor tiene 61 años. (IMDb)
Hace algunos años, durante una entrevista en el show de Howard Stern, George Clooney recordó una de las bromas más arriesgadas que hizo. Según contó, fue hacia un amigo con el que convivía después de haberse separado. “Acababa de romper con alguien y vivía con él en su apartamento. Era un apartamento de una habitación, yo dormía en el sofá”, señaló el actor de Ocean’s Eleven.
En este contexto, la dinámica era bastante rutinaria: su amigo se iba a trabajar todos los días mientras George Clooney se quedaba solo en la casa, aburrido, porque no tenía empleo como actor. Con ellos vivía un pequeño gato y, aparentemente, el que siempre se encargaba de limpiar las necesidades que dejaba en su litera era Clooney. Pero esto era algo que su amigo, Richard, no tenía presente.
La última pelócula que hizo la protagonizó junto a Julia Roberts. (IMDb)
“Un día, estaba sentado viendo Jeopardy cuando volvió a casa y dice… fue al baño, salió y me dijo: ‘Mi gatito no cag*en, me parece, los últimos tres días’. Y yo no le dije nada, no sé por qué. No le dije que yo la junté. Y el gato no salía, se quedaba en el apartamento. Al día siguiente se va a trabajar y junto la m***da del gato. Cuando vuelve dice: ‘No entiendo. No tiene sentido’. Él sigue haciendo esto por días y no sé por qué estoy haciendo esto. Solo me parece divertido”, explicó George Clooney. Entonces, se le ocurrió una brillante idea.
+La broma de George Clooney fue demasiado lejos
George Clooney no tuvo ni un poco de vergüenza en recordar cuál fue la broma que se le ocurrió para jugarle a su amigo. El actor señaló que justo después de limpiar la litera del gato, le vinieron ganas de ir al baño y no tuvo mejor idea que ir de cuerpo en la litera del gato. “Espero a que Richard vuelva a casa, estoy sentado viendo Jeopardy sin decir una palabra. Richard va al baño y pasa solo un momento, y escucho: ‘¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Kenny! ¡No vas a creerlo!’”, aseguró el artista, sin poder contener la risa.