Desde su estreno en Netflix, The Crown se convirtió en una de las series más exitosas a nivel mundial ya que revela, sin ningún tapujo, los secretos más polémicos de la familia real británica. Es por esto que, en la temporada de premios de este año pasó a ser una de las ficciones más nominadas y ganadoras y, de hecho, los Premios Emmy no fueron la excepción.
A pesar de que ya hace un año no se conocen nuevos capítulos de The Crown, la tira sigue cosechando éxitos y, La Academia de Artes y Ciencias de la Televisión la consideró merecedora de 24 nominaciones, entre las que se encuentra la de Tobías Menzies. El actor británico, quien interpretó al Príncipe Felipe de Edimburgo en la tercera y cuarta temporada, entró en la competencia por el galardón de Mejor Actor de Reparto de Serie Dramática.
Luego de su paso por Outlander, donde le dio vida al malvado Black Jack Randall, el británico llegó a The Crown al mismo tiempo que Olivia Colman para mostrar los peores años del duque de Edimburgo. Y, el éxito de Menzies en esta superproducción de Netflix creada por Peter Morgan no solo fue por su nivel actoral, sino por la caracterización de su personaje ya que lucía igual al verdadero Príncipe.
Sin embargo, por lo que parece y más allá de la nominación a los Premios Emmy a los cuales, cabe destacar, será la primera vez que asista, Tobías opina todo lo contrario al papel que interpretó. En una entrevista con Radio Times el actor confesó que, no solo es republicano, sino que tiene todas las intenciones de abolir la monarquía ya que, para él, la vida de los soberanos es “muy aburrida”.
De hecho, también afirmó que, debido a sus problemas con los privilegios institucionales, rechazaría recibir La Excelentísima Orden del Imperio Británico (OBE por sus siglas en inglés). Aunque, su frase más fulminante fue cuando dijo: “soy más republicano y honestamente, no me encanta la idea del poder hereditario”. A lo que luego, añadió: “pero, aun así, ese rol no tiene mucho poder”.
Y, estas palabras, coinciden con el momento del fallecimiento del Príncipe Felipe, duque de Edimburgo, el pasado 9 de abril, cuando confesó que no se sentía apto para despedirse de él siendo que lo había interpretado en televisión.